“Trapitos”: un planteo en el Concejo local reabre una batalla que ya parece perdida

Piden aplicar multas y hasta días de arresto en casos de reincidencia. Distintas posturas entre ediles

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Decenas de miles de platenses interactúan con ellos a diario. Están por todas partes, conservan celosamente sus zonas, imponen condiciones al ofrecer sus “servicios” y manejan, en conjunto, sumas astronómicas. Sin embargo, pese a los ocasionales esfuerzos de las autoridades, permanecen virtualmente ajenos a toda clase de control. No obstante las quejas vecinales, los cuidacoches no ceden terreno, y nadie parece capaz de ponerle coto a prácticas que generan gastos, impotencia e incomodidades cotidianas.

Días atrás, un sindicato de taxistas presentó ante el Concejo Deliberante local un anteproyecto para endurecer la respuesta municipal ante la actividad, actualmente prohibida por ordenanza.

“Somos los ojos de todo lo que pasa en la calle, y vemos los abusos que cometen a veces con la gente, especialmente las mujeres, tanto los trapitos como los limpiavidrios” subraya Juan Carlos Berón, titular del Sindicato Unión Conductores de Taxis: “a nosotros cuando estamos laburando no nos molestan, porque saben que no tenemos un mango, pero a veces se ponen muy agresivos con el resto; insultan, rayan los autos, patean las puertas...”.

Sancionada en el año 2000, la ordenanza 9.127 fue el primero de los esfuerzos por regular un fenómeno que se instaló a fines de los años ‘90 y recrudece periódicamente, sin que lo haya frenado ni siquiera la instauración del sistema de estacionamiento medido en buena parte del microcentro.

Esa norma establece que “queda prohibida en el Partido de La Plata la actividad de cuidadores de coches en la vía pública, rentada o gratuita, en todas sus formas y bajo cualquier denominación que se utilizare (como por ejemplo: cuidador de autos, cuidacoches, ayudantes, estacionadores o lavacoches)”.

Hoy se estima que la cantidad de personas que se desempeñan en la actividad puede superar con holgura los tres centenares. Están en el micro y macrocentro, en la zona de Tribunales, cerca de cada celebración o evento comunitario, cultural o deportivo que convoque pequeñas o grandes multitudes.

La propuesta del gremio taxista implica la identificación y aplicación de multas a los “trapitos”, en una primera instancia; y de ser detectada la reincidencia en la exigencia de dinero por estacionar en la vía pública, la detención policial y el arresto. Similar curso de acción se seguiría con los “limpiavidrios” apostados en esquinas semaforizadas.

DIFERENTES MATICES

Entre las fuerzas políticas que integran el Concejo existe consenso en que la actividad de los cuidacoches no debe dejarse librada a su propia dinámica, ajena a toda fiscalización; pero algunas voces hacen hincapié en la posibilidad de incorporación al mercado laboral formal de los protagonistas.

“El municipio tiene el poder de policía para controlar y todas las herramientas necesarias para evitar que, por ejemplo, el estacionamiento medido no sea un sistema en donde se paga dos veces, una a la comuna y otra al cuidacoches” advierte Gastón Crespo, del Frente Progresista: “habría que considerar la incorporación de quienes se desempeñan como ‘trapitos’ a tareas de control del estacionamiento medido, por ejemplo, pero reguladas, porque a veces detrás de una necesidad de trabajo hay mafias que se llevan recaudaciones millonarias”.

Para José Arteaga, del Frente Renovador, “la legislación acerca del tema ya existe y es clara; el estado tiene que garantizar la liberación del espacio público, pero se advierte cierta relajación en los controles y falta de presencia que beneficia el ‘vale todo’”.

Desde el Frente para la Victoria, el edil Guillermo Cara considera que “en el marco de un crecimiento regional de la desocupación, es lógico que aumente la cantidad de gente que procura rebuscárselas, sea como ambulante o cuidacoches. En este último caso, no hay que confundir controlar con perseguir, que por lo demás nunca funciona; hay que generarles fuentes de trabajo o absorberlos como auxiliares del estacionamiento. La Plata no alberga prácticas extorsivas extendidas como se ven en la capital federal”.

En la Comuna afirman que “agentes de la secretaría de Seguridad, en conjunto con la de Convivencia y Control Ciudadano, llevan adelante operativos permanentes para evitar que se le cobre una suma de dinero a los particulares por estacionar y ‘cuidar’ sus vehículos, lo que además conlleva un incumplimiento en el pago del estacionamiento medido en algunas zonas”.

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