Doble crimen de Flores: hallaron ropas con manchas y sospechan de la hija

Hilda Lubis (77) sufrió 69 puñaladas en la cara, la zona superior del torso y cuello; mientras que su marido Orlando Gianelli (79) presentaba cuatro profundos cortes en el abdomen

Los investigadores del doble crimen de ancianos descubierto ayer en una casa del barrio porteño de Flores secuestraron, en un hotel donde viven la hija hipoacúsica de las víctimas y su esposa, varias prendas de vestir con manchas similares a sangre y algunas de ellas lavadas, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
 
Además de analizar esta ropa, los peritos someterán a estudios de ADN una serie de cabellos recolectados de las manos y uñas de ambos cadáveres ante la sospecha de que los mismos pueden pertenecer a quien los asesinó.
 
En tanto, la Procuración General de la Nación informó esta tarde que según los resultados preliminares de las autopsias Hilda Lubis (77) sufrió 69 puñaladas en la cara, la zona superior del torso y cuello; mientras que su marido Orlando Gianelli (79) presentaba cuatro profundos cortes en el abdomen.
 
“Lo asesinaron con tanta saña que le dejaron las vísceras a la vista”, explicó uno de los investigadores.
 
De acuerdo a los médicos forenses, la mujer presentaba también una serie de lesiones defensivas, mientras que el hombre no se resistió al ataque, precisó el informe oficial.
Por su parte, detectives de la División Homicidios de la Policía de Ciudad allanaron anoche una habitación del quinto piso en un un hotel familiar ubicado en avenida de Mayo al 1400, del barrio porteño de Monserrat, donde viven María Rosa Gianelli (43), hija de las víctimas, y su mujer, ambas hipoacúsicas.
 
El procedimiento fue realizado por pedido de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 30, interinamente a cargo del fiscal Pablo Recchini, y por orden del Juzgado de Instrucción 8, de Yamile Bernan.
 
Según la Procuración, en esa habitación “se secuestraron prendas que tenían manchas pardorojizas similares a la sangre –algunas de ellas lavadas- las cuales serán peritadas para determinar si guardan relación con la investigación y para corroborar si, en efecto, se trata de sangre humana”.
 
Si bien en la pesquisa “no se descarta ninguna hipótesis delictiva”, las sospechas de los investigadores apuntan al entorno familiar ya que están convencidos de que quien cometió el doble crimen conocía a las víctimas e ingresó con llave a la casa de la escena del crimen, en Morón 2719, en Flores.
 
Por otro lado, los policías de la comisaría 50ta. que trabajaron inicialmente en la pesquisa y sus colegas de la División Homicidios analizaban esta tarde imágenes de video captadas por una cámara de seguridad ubicada en la cuadra del lugar del hecho, donde tanto el sábado como el domingo se ve a dos personas que podrían ser dos mujeres entrando y saliendo de la casa de las víctimas.
 
Además, se aguardaban los resultados del análisis de los cabellos secuestrados principalmente debajo de las uñas de Lubis para saber si tienen bulbo y, en ese caso, extraerles el patrón genético para luego cotejarlo con el ADN de eventuales sospechosos o sospechosas.
 
Los cuerpos de Lubis y Gianelli fueron encontrados ayer por la mañana, cuando la hija de la pareja denunció que al entrar a la casa familiar encontró el cuerpo de su madre de espaldas en el living de la planta baja y con el rostro ensangrentado, mientras que su padre yacía sin vida, acostado en la cama del dormitorio del primer piso.
 
Ante esta situación, la mujer sufrió una crisis de nervios y debió ser asistida en el Hospital General de Agudos Teodoro Álvarez, ubicado frente a la vivienda y donde se desempeñaba laboralmente.
 
Por la tarde, la mujer y su esposa declararon con la asistencia de un intérprete del Programa Nacional de Asistencia para las Personas con Discapacidad en sus Relaciones con la Administración de Justicia (ADAJUS), ante la auxiliar fiscal María Cándida Etchepare y el secretario Matías Campana, quienes llegaron a la escena del crimen luego de ser alertados por el personal policial con jurisdicción en la zona.
 
Según los investigadores, ambas víctimas estaban vestidas con ropa de cama y la sangre encontrada en la escena del crimen estaba seca, por lo que se estableció que ya habían pasado varias horas desde el momento de las muertes y hasta el hallazgo de los cuerpos.
Los pesquisas no detectaron desorden en los otros ambientes de la vivienda ni faltantes de elementos de valor, por lo que la pista del robo perdió fuerza desde el inicio.
 
Mientras que, a través de allegados a las víctima,s se supo que éstas se oponían al matrimonio de su hija con otra mujer, lo cual podría ser una fuente de conflicto entre ambas partes.
 

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