El “sátiro de las can-can” ya enfrenta su juicio oral

Es un ex convicto por delitos sexuales, al que acusan de seis casos. Declararon dos víctimas

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Con el conmovedor relato de dos de las víctimas, que declararon a puertas cerradas, la justicia penal platense comenzó a juzgar ayer a un acusado sospechado de ser un violador serial de mujeres, más conocido como “el sátiro de las can-can”, porque en muchos ataques se tapaba el rostro con medias de mujer.

En este debate oral se debatirán hechos ocurridos entre el 2007 y el 2009, algunos de ellos imputados recientementa al imputado.

Esto fue posible gracias al entrecruzamiento de datos sobre casos no resueltos, en donde aparecían determinadas características del agresor, como por ejemplo el uso de una navaja y el dato más notorio, la utilización de una media para taparse a cara.

Así se llegó a juicio con seis cargos de violación contra el imputado, Domingo Alberto Corillano (aunque se sospecha que los hechos fueron más). A esto debe sumarse que cuando estaba por iniciarse el juicio, el abogado particular del acusado renunció, por lo que se le tuvo que dar tiempo a la defensoría oficial para ponerse al tanto de las actuaciones, explicaron ayer voceros judiciales.

modus operandi

El Tribunal Oral en lo Criminal IV de La Plata -integrado por los jueces Emir Caputo Tártara, Juan Carlos Bruni y Germán Alegre- reanudará el juicio mañana, a las 9, en la sala de audiencias de la planta baja del fuero penal de 8 y 57, con la declaración de más víctimas.

Según los testimonios obtenidos durante la preparación del juicio, el acusado se ajustaba siempre a un modus operandi: habría esperado a las jóvenes de noche a bordo de un Ford Falcon de color Champagne, para luego atacarlas con una navaja, atarlas con una bufanda y conducirlas por la fuerza a lugares descampados en la zona norte de la ciudad.

Una vez allí, las golpeaba, violaba y sometía a ultrajes de todo tipo.

pistas y evidencias

Aunque en todos los ataques el depravado intentó ocultar su cara para lograr la impunidad, los investigadores pudieron conseguir un nombre con la identificación de dos denunciantes y un familiar de una joven violada en octubre de 2008, quien logró retener el número de patente del Falcon, cuando llegó al lugar del ataque, en City Bell.

Con este dato y un dictado de rostro aportado por otras jóvenes, los investigadores llegaron hasta Corillano, quien en el año 2009 fue detenido en un taller de chapa y pintura de Ringuelet.

En ese momento tenía 54 años, 18 de los cuales los había pasado preso (entre 1973 y 1991) por 13 episodios de abuso sexual. En 1998 fue condenado por tentativa de violación, aunque recuperó la libertad en 2002.

Al momento de la captura vivía solo en Ringuelet.

Por lo que figura en la causa, además de las ruedas de reconocimiento, lo complican cotejos de ADN efectuado sobre el semen encontrado en los genitales de las víctimas.

El acusado es patrocinado por la defensora oficial Cecilia Sicard, mientras que el ministerio público está representado por el fiscal de Juicio Martín Chiorazzi.

Se estima que el debate durará tres días y, en caso de que el imputado sea hallado culpable, recibiría una fuerte condena, anticiparon fuentes judiciales.

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