Un golpe detrás de otro

El devastador incendio significó otro fuerte sacudón para una sociedad que viene shockeada

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Por Alvaro Scrivano (*)

Londres volvió a amanecer sacudida por una tragedia. Esta vez no se trató de terroristas, sino de un devastador incendio del que sabemos poco porque las autoridades son muy reservadas a la hora de dar detalles para no preocupar a los ciudadanos. Por eso ya ordenaron una exhaustiva investigación para determinar qué fue lo que causó semejante desastre.

A partir de este suceso dejamos de hablar de política. Nos horrorizamos al conocer la historia del bebito que arrojaron del noveno piso. Nos desesperamos por aquellos que aún siguen sin aparecer. Nos organizamos por las redes sociales para que no les falte nada a las víctimas. Nos asustamos pensando que se trataba de un nuevo atentado y nos alivió saber que no fue un golpe terrorista.

Seguimos shockeados por las imágenes que están dando la vuelta al mundo. Ver a la gente en esa situación es tremendo y lo que se viene es duro porque son muchos los edificios que están en su misma situación.

En Inglaterra, una empresa o el municipio, son los encargados de manejar los edificios. Son los dueños de las tierras, y el propietario o el inquilino paga un canon anual. El edificio que se incendió fue construido en el año 1974 y tenía el estilo de los monoblock argentinos. En diciembre del año pasado lo remodelaron y los trabajos tuvieron un costo de 10 millones de libras esterlinas (unos 12.7 millones de dólares). Las principales tareas apuntaron al ahorro de gas y de energía, por eso se hicieron instalaciones por fuera del edificio que consistieron en añadir una pequeña pared prefabricaba a la que se le pegó un telgopor con el objetivo de mantener los ambientes más calientes. Es un método utilizado en muchos países donde la nieve y el frío golpean con fuerza.

El problema fue que se descubrió que ese material con el que lo habían insulado era inflamable. También muchos vecinos se venían quejando en los últimos años por las salidas de emergencia en caso de un incendio. Y la realidad les dio la razón. Acá son muy estrictos en materia de seguridad, por eso es muy extraño lo que sucedió.

de bajos recursos

Se trata de un edificio donde la mayoría de sus habitantes eran de bajos recursos y el Estado les otorgó un departamento donde pagaban hasta menos de la mitad del valor de un alquiler a precio de mercado. Son como las viviendas sociales de Argentina. También están los que compran el inmueble, a quienes después de 10 años les hacen planes de pagos accesibles.

La gente quedó golpeada por esta tragedia y ahora el ojo está puesto en la seguridad de todos los edificios de Londres porque las autoridades son muy estrictas y proceden de la siguiente manera: se arma una comisión que investigan y en base a sus conclusiones se confecciona una ley que cambia todo. Por eso es muy probable que todos tengamos que hacer modificaciones en los edificios y seguro nos va a salir una fortuna. Pasó cuando se incendió una importante estación de trenes y subtes en 1989, con un saldo de 50 muertos. Se determinó que lo había provocado una colilla de cigarrillo que cayó en la escalera mecánica. Luego de ese episodio, se prohibió fumar en dichos sitios.

Otro punto clave de la cuestión es que Inglaterra hace 9 años que está con planes de ajuste y muchos se preguntan si esto fue el resultado de los recortes presupuestarios estatales al no utilizar los materiales adecuados.

(*) Docente platense que reside en Londres hace 16 años

 

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