Llevaba dos décadas como colectivero

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Carlos Ernesto Sánchez era colectivero desde hacía dos décadas, tenía cinco hijos y el próximo miércoles iba a festejar su cumpleaños número 42.

Según contaron sus compañeros de trabajo, en la línea 514 había empezado como franquista, allá por abril de 1998.

Su hermano Pablo (47), también chofer dos años antes que él, era quien lo había recomendado para el puesto.

Vivía en la localidad de Burzaco, a unos 60 kilómetros de nuestra ciudad, con toda su familia: la esposa, los hijos y su nieto.

Anoche, en medio de escenas de profunda consternación y dolor, sus restos eran velados en una cochería de la calle Amenedo al 700, cerca de la plaza principal, donde una gran cantidad de personas se juntó para el último adiós.

SUS DOS PASIONES

En su cuenta de Facebook, Sánchez compartía sus dos grandes pasiones: Boca Juniors y Ford.

“Siempre presente viejito, te amo con el alma... no te lo decía seguido. Sabés que te voy amar siempre”, lo despidió su hijo Iván Gabriel (19). Además, escribió: “Te amo tanto, viejo. ¡Cómo quisiera que estés acá conmigo en este instante! Te amo mucho pa”.

Sánchez estaba casado con Verónica Sandobal (42), a quien le decía “Mi reina”.

En su biografía, Carlos dejaba ver lo que sentía por su esposa: “Doy gracias a Dios por cruzar a Vero en mi camino y dejar que la enamore. Te súper amooooooo”.

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