“Fui al colectivo, abrí la puerta y estaba muerto”

Alberto Gauna sufrió un intento de robo, que terminó a los tiros. Uno mató a Carlos Sánchez

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El hombre que se salvó junto a su esposa de ser asaltado en la localidad bonaerense de Claypole, partido de Almirante Brown, afirmó ayer que los ladrones dispararon para que ellos no vieran para dónde escapaban y uno de los tiros impactó en la cara del colectivero de la línea 514 que justo pasaba por el lugar.

Alberto Gauna relató que anoche -por la del miércoles-, alrededor de las 23.30, estaba llegando a su casa con la mujer en una moto.

En ese instante, aparecieron en escena dos jóvenes en otro vehículo y se les acercaron sospechosamente.

“Cuando meten la mano en la cintura, los paso y meto la moto en mi casa, pero como había muchas personas afuera, tuvieron que pasar de largo”, indicó.

Luego los asaltantes dispararon “unos cinco tiros para el lado de las vías”, adonde justo circulaba el colectivo de la línea 514.

“Esperé unos cinco minutos, fui al colectivo, abrí la puerta y estaba el chofer muerto, con el tiro en la cara”, contó.

En declaraciones a una radio porteña, Gauna aseguró que los sospechosos le querían “robar la moto”, pero que él no les dio “tiempo” a concretarlo, porque afuera de su casa “vieron toda la gente” y decidieron darse a la fuga.

“Tiraron para que no viéramos para qué lado agarraban”, especuló el hombre.

Pablo Sánchez, hermano de la víctima, informó que anoche se analizaban los registros de las cámaras de seguridad que funcionan en las inmediaciones del lugar del hecho, en busca de rastros de los asesinos.

Precisamente, a raíz de una serie de registros por la zona, un joven de 24 años quedó a disposición de los investigadores.

FUERA DE CONTROL

Como se recordará, en estas últimas horas la inseguridad parecía afincada en la ciudad de Lomas de Zamora, que experimentó un triste récord: cinco muertes violentas en tan sólo seis días.

Primero fue el caso de un nene de tres años, asesinado de un balazo cuando estaba con su padre comprando una pizza.

Después se conoció la terrible noticia de la muerte de un matrimonio de jubilados, que cayó en manos de un grupo de secuestradores, que los había encerrado dentro de un auto robado en otro hecho.

Como la Policía tenía datos del episodio anterior, al ver el coche, se originó una persecución, que terminó de la peor manera: con el rodado incrustado en un árbol.

Precisamente, a causa del brutal impacto, las dos víctimas y uno de los delincuentes, perdieron la vida en el acto.

La cuarta muerte llegó no mucho después, cuando se conoció que una mujer, que había sido obligada a tirarse de un micro en movimiento, en medio de un asalto, falleció por los golpes que se dio en la cabeza.

Por último, un camionero, que había querido evitar una entradera, fue ultimado de un disparo.

 

Despedida
“No me conformo que ahora estés en un lugar mejor, porque el mejor lugar donde puede estar es junto a Verónica y su familia... no merecía esto”, expresó ayer Diego Ledesma, uno de sus allegados.

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