El PRO, entre la sombra de Cristina y el desafío de ganar el Conurbano
Edición Impresa | 17 de Junio de 2017 | 02:10

Por MARIANO SPEZZAPRIA
Se sentó entre María Eugenia Vidal y Diego Santilli, prendió el micrófono y comenzó la exposición. Federico Salvai, el jefe de Gabinete del Gobierno bonaerense, enseñó a los dirigentes del PRO de todo el país que ayer se reunieron en Pilar, el estado de situación electoral de la provincia de Buenos Aires. Y lo hizo con mucho detalle.
Ayudado por un “power-point” hizo foco en los 36 distritos que, a su juicio, definirán las elecciones legislativas: los 24 del Conurbano y otras 12 grandes ciudades de la Provincia, entre ellas La Plata. Por cierto que nadie habló de esto en la conferencia posterior al encuentro, pero EL DIA pudo reconstruir algunos aspectos de esa presentación.
El funcionario que es considerado la mano derecha de la gobernadora Vidal, en el caso de La Matanza, precisó el estado de Cambiemos barrio por barrio. “Hasta nos dijo dónde no vale la pena esforzarse porque ahí ni entramos”, deslizó un funcionario.
En el partido de gobierno creen que hay un aspecto del comportamiento electoral de 2015 que podría repetirse este año: la alianza oficialista se hace fuerte en las urbes -CABA, las capitales provinciales y las cabeceras de los municipios- pero pierde envión en las zonas periféricas. Allí hay otras fuerzas, como el kirchnerismo o el massismo, con presencia electoral.
La exposición de Salvai, según las fuentes consultadas, también dio por hecho que Cambiemos ganará las elecciones en el interior bonaerense, tomado como un todo, pese a que algunas gestiones deficitarias como Mar del Plata puedan achatar el promedio positivo. Pero en el PRO reconocen que las dificultades para la alianza oficialista estarán centradas en el Conurbano.
“Trabajamos todos los días para mejorar la situación. La ciudadanía entiende que este es un gobierno honesto y comprometido”, sostuvo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al ser preguntado por el estado social, económico y de inseguridad en el Gran Buenos Aires, lo que podría repercutir en el humor del electorado. “Son problemas incubados durante décadas”, justificó el funcionario.
Dentro del plenario, que sesionó a puertas cerradas, también habló la Gobernadora, quien en cierto modo anticipó el discurso de Cambiemos para la campaña bonaerense. La mandataria sostuvo que el oficialismo volverá a ser “la expresión de la esperanza frente a los que quieren imponer el miedo” y afirmó –en referencia al kirchnerismo- que “nada de lo que dicen es verdad”.
“Este proyecto encarna el cambio y la esperanza a partir de la verdad”, afirmó Vidal y señaló: “Durante años en la Provincia se pensó que los ingresos dados por el Estado no eran derechos, sino beneficios con nombre y apellido político”. Pero la Gobernadora no se quedó en el discurso y reclamó a los dirigentes de base que aporten al menos el mismo caudal electoral que en 2015.
Por eso Nicolás Ducoté, el intendente de Pilar que ofició de anfitrión, dijo que tendrá la misión de obtener una base de 42% de los votos en su distrito, algo que siempre es más complejo en las elecciones legislativas que en las ejecutivas.
En la reunión sobrevoló la figura de Cristina Kirchner. De hecho, Marcos Peña la consideró como “una propuesta del pasado, una etapa a la que la gran mayoría de los argentinos no quiere volver”. Pero más allá de la ex presidenta, Peña dijo que Cambiemos “se consolidó con valores, identidad y organización”.
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