Ataron, golpearon y desvalijaron a dos hermanos en una entradera

Tres delincuentes redujeron a una de las víctimas, entrando el coche al garaje, en 68 entre 29 y 30

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Eran las 20.45 del viernes cuando Pablo Daniel Di Martino (47) llegó en el auto a su casa de 68 entre 29 y 30, donde vive con su hermano de 50 años y la madre de los dos, de 84.

Ya había entrado el Honda City negro al garaje del domicilio y se disponía a cerrar el portón, cuando pasó lo inesperado. En ese acto tan cotidiano lo abordó un delincuente que le mostró un arma de fuego para convencerlo de meterse en la casa con él.

Comenzaba así una odisea para los dos hermanos que duró, según contaron ellos a este diario, “no menos de 15 minutos” y que transcurrió en la planta alta de la propiedad.

Su madre, en cambio, estuvo ajena al episodio porque estaba en la cocina de la planta baja.

LES PEGARON Y AMENAZARON

En la puerta de su casa, Pablo repasó ayer en detalle cómo fue el violento asalto que sufrió en carne propia junto a su hermano.

“Justo iba a cerrar el portón del garaje, pero (el ladrón) no me dio tiempo. Me mostró un revólver, me ordenó que fuera para adentro y se mandó detrás mío”, hizo saber de entrada, estimando que el delincuente tendría unos 20 años.

De todos modos el hombre aclaró que no llegó a verle la cara, “porque tenía una gorra con visera que se la cubría bastante”.

Segundos después, por el garaje se colaron otros dos cómplices. Los tres asaltantes indicaron a las víctimas que subieran las escaleras que conducen al piso superior, donde terminaron pasándola muy mal.

Pablo recordó que “nos pedían dólares, pero les explicamos que la única plata que teníamos era la que horas antes habíamos retirado con mi hermano de cajeros automáticos”.

Finalmente asumieron que las víctimas no mentían y se conformaron con lo que encontraron: 7.000 pesos, un teléfono celular, un equipo de guitarra y hasta las zapatillas que Pablo tenía puestas en ese momento.

Eso no fue todo, ya que la banda escapó en el Honda City de Di Martino, que fue recuperado ayer en jurisdicción de Los Hornos.

“El comisario de la Quinta, que después del robo vino enseguida con su personal, me informó que el coche apareció”, refirió el damnificado, y se lo entregarían una vez que Policía Científica terminara con los peritajes, comentó.

Pablo tiene la esperanza de que “esté intacto y con toda la documentación personal” que tenía adentro cuando se lo llevaron.

Con respecto al asalto, el hombre destacó que en el cuarto de hora que duró el hecho él y su hermano fueron muy castigados por los intrusos.

“La peor parte me la llevé yo, porque si bien nos ataron a los dos y nos tuvieron en el piso, me pegaron varios culatazos, patadas y trompadas”, reflejó.

Su hermano también recibió algunas patadas, pero, según Pablo, “no tan fuertes” como las que le dieron a él.

Lo que resultó pareja para los dos fue la violencia verbal que desplegaron los ladrones para intimidarlos.

“Continuamente nos largaban frases como `te mato`, `mirá que hace poco salí de la cárcel de Olmos´ o `a vos te vendieron`, entre otras palabras por el estilo”, comentó el muchacho.

Sin embargo, el método de los delincuentes para amedrentar a sus víctimas no se agotó en palabras intimidantes.

martillaron el arma

Según reveló Pablo a este diario, el momento más terrible fue cuando uno de los asaltantes martilló el arma tras apuntarle.

“Gracias a Dios no salió ningún tiro, pero fue el instante más dramático de los muchos que nos tocó vivir durante este episodio”, confesó el menor de los Di Martino.

Hasta el viernes pasado la familia no había sufrido la inseguridad en su casa, pero en el barrio mencionaron que en los últimos meses hubo varios hechos.

Según trascendió, también robaron en una casa de 68 y 30, al igual que en otra de 30 entre 67 y 68.

 

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