Londres mostró lo que viene para ellos

Vanguardia e innovación fueron los estilos destacados de la pasarela británica

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Teñida por la política, la pasarela londinense tuvo escasa participación de nombres consagrados pero no por eso poca riqueza y vanguardia.

Fueron los jóvenes los que animaron la pasarella y aportaron el aire fresco a la moda británica, salvo algunas excepciones como la de Vivienne Westwood que a los 76 años dejó en claro que sigue estando al frente de la vanguardia.

Las grandes casas de diseño, como Burberry estuvieron ausentes y por ello faltaron notables editores de moda extranjeros y compradores, explicó el “The New York Times” en su cobertura.

Sin embargo, como contrapartida los diseñadores emergentes fueron los que brillaron, entre ellos Charles Jeffrey, quien tras graduarse en la prestigiosa escuela Central Saint Martins en 2015 y luego de pasar tres años en Fashion East, iniciativa que promociona a los jóvenes creadores, presentó su colección en solitario.

El diseñador dotó a la pasarela de una energía colorida que ofrecía a bailarines, dragones rosados de cartulina y atuendos con latigazos la alta costura.

El diseñador dotó a la pasarela de una energía colorida que ofrecía a bailarines y dragones rosados de cartulina

Su colección mezcló vestidos a medida, vestidos de muñeca, con cintura péplum (esa que termina en un gran volado) , accesorios Tudor, sombreros y anteojos de sol. También pantalones de jean y remeras.

Craig Green presentó un magnífico espectáculo que demostró por qué fue nombrado diseñador británico de moda masculina del año en los premios del British Fashion Council en diciembre.

La gran Vivienne demostró que la vieja guardia todavía puede salir airosa y –en su caso- muy por encima de muchos jóvenes vanguardistas.

Westwood llenó el cuerpo y la ropa de garabatos y apareció sobre los hombros de un joven acróbata.

El espectáculo comenzó con raperos gritando sobre el estado de la política británica desde un colorido parque infantil en el fondo de la pasarela.

Luego fue el turno de artistas masculinos y femeninos enfundados en atuendos que reflejaban las causas sociales favoritas de la diseñadora de 76 años: la basura reconvertida y enlazada en prendas como en redes brillantes, en corpiños de satén o en zapatillas hechas con botellas de agua descartables.

Prendas rayadas, coronas de papel, y vestidos corset sin género plasmaron su grito contra el establishment, fiel al estilo de la gran dama de la moda británica.

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