Gimnasia hace una pausa para celebrar sus 130 años de vida
Edición Impresa | 3 de Junio de 2017 | 03:16

Por EDUARDO TUCCI
“La adversidad no nos vence nos retempla”, fue el grito de guerra de un grupo de socios triperos para sintetizar un sentimiento que ha cobrado inusitado vigor cada vez que hizo falta, a lo largo de 130 años poblados de notables episodios deportivos.
El mismo entusiasmo contagioso de aquella campaña impulsada desde la agrupación “Arriba Gimnasia” en la década del ‘40 con Obdulio Tomatti, Domingo Tortonesse, Genaro Rucci y Serafín Penazza a la cabeza fue ganando espacios en cada acontecimiento que tuvo como protagonista al club mens sana. Sin dejar de lado los distintos roles que ha desarrollado el club en planos tan trascendentes como el social y el cultural, no hay dudas que los episodios deportivos -en especial los futbolísticos- son los que han dejado la marca más visible.
A PURA PASION
Nadie puede evitar aludir al estadio de 60 y 118 como escenario natural de las jornadas más memorables y epicentro de una pasión sin límites vestida con los colores azul y blanco.
Es el club Decano de la AFA, el que dio el puntapié inicial cuando el fútbol no era por plata y desde muy joven dio que hablar. En 1929 bajó a Boca en una final que se jugó en River y gritó campeón. Aquel equipo fue la base del “Expreso” de 1933, comandado por el genial Pancho Varallo, que pasó a la historia con su paso arrollador pese a las piedras que le pusieron en los rieles en el momento de las definiciones.
Y esta historia ha tenido otros apellidos y destacados recuerdos detrás de una pelota de fútbol. Siempre atados al frenesí de su gente, que asistió como protagonista principal al nacimiento del “Lobo del 62”, corporizado en un grupo de jugadores que dejaron para el recuerdo una campaña espectacular y el apelativo que quedó para siempre. El “Turco” Minoián, los Bayo, Pedrito Galeano y el Loco Ciaccia han sido la marca registrada de una etapa que se prolongaría en otros hitos no menores.
El equipo del ‘70 con Hugo Gatti y un tridente que metía miedo (Pignani, Onnis y Castiglia), el que ganó la Copa Centenario junto a la irrupción en el fútbol grande de los Mellizos Barros Schelotto, la extraordinaria secuencia encabezada por Timoteo en los 90 junto a la pelea que supo dar Pedro Troglio llevando al triperío a los primeros planos cuando despuntaba la década del 2000 constituyen sólo algunos de los grandes episodios que engordaron la historia.
Pero el grito mens sana, deportivamente hablando, tuvo también otros escenarios y disciplinas diferentes. De la mano del Gallego González, Ernesto “Finito” Gehrmann y el “Gurí” Perazzo temblaron los cimientos del Polideportivo de la calle 4 en medio de memorables duelos basquetbolísticos que abrieron un camino tapizado de éxitos.
Más aquí en el tiempo, Las Lobas de Alicia Casamiquela escriben una página plagada de logros, sin olvidarse de las trenzadas automovilísticas en el autódromo de Estancia Chica cuando despuntaban los años ‘70 y las veladas boxísticas en la sede social.
La esgrima, el atletismo, entre otras, han sido disciplinas que también supieron del aporte albiazul y forman parte de una galería que permanece abierta con ganas de seguir creciendo.
El Lobo cumple años. La misma pasión que ha dominado su historia en los momentos felices y en los otros, seguramente se apoderará por estas horas del pueblo albiazul para festejar a lo grande con el mismo fervor de aquellos hombres de la década del ‘40 que se movilizaron detrás de un fuerte clamor: ¡Arriba Gimnasia!
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