Interna de Cambiemos: la UCR se une ante el avance del PRO

La falta de consultas a nivel gobierno y las listas son motivos de malestar en el partido centenario

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Por MARIANO SPEZZAPRIA

En el radicalismo hay malestar con la conducción del PRO, que es lo mismo que decir la mesa chica del Gobierno. Los motivos de esa tensión entre los principales socios de Cambiemos son dos: la falta de consulta del presidente Macri y sus principales funcionarios cuando se aprestan a tomar decisiones trascendentes; y la imposición de nombres ajenos y propios en las listas electorales.

Este combo de la discordia quedó expresado ayer claramente en una reunión de las máximas autoridades partidarias con los bloques de diputados y senadores nacionales en un hotel cercano al Congreso, donde los legisladores reclamaron que se siga al pie de la letra el mandato de la Convención Nacional que sesionó en La Plata el pasado 3 de abril en el teatro Coliseo Podestá.

En esa ocasión, el órgano partidario ratificó la integración de la UCR en la alianza Cambiemos pero al mismo tiempo reivindicó sus facultades para elegir sus propios candidatos de cara a las elecciones legislativas de octubre. Desde aquel momento, el PRO bloqueó la participación de Martín Lousteau en las PASO porteñas y vetó a Mario Barletta como postulante en Santa Fe.

Se trató de dos decisiones que siguen provocando mucho ruido en la interna de la UCR, a tal punto que los diputados radicales no hicieron preguntas al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en su última presentación en el Congreso, ni asistieron a una reunión del interbloque en el que conviven con los del PRO.

SITUACION INCOMODA

La situación se torna algo incómoda para los radicales más cercanos al macrismo. Por caso, el titular del Comité Nacional, el santafesino José Corral, trató de poner paños fríos en la reunión de ayer en el hotel Savoy, mientras que recientemente elegido jefe la Convención, el cordobés Jorge Sappia, sostuvo que las diferencias entre el PRO y la UCR son profundas: “Ellos son un partido de centroderecha”, sostuvo.

Pero más allá de las disidencias ideológicas con el partido del Presidente, los diputados y senadores de la UCR se mostraron preocupados ante la posibilidad de perder escaños en el Congreso. “No queremos ser testimoniales”, le dijo a EL DIA Ricardo Alfonsín, que siguió la discusión apasionadamente con Miguel Bazze en la vereda del hotel, sobre la avenida Callao.

Sin embargo, los problemas para el radicalismo no aparecen tanto en la provincia de Buenos Aires como en otros distritos, especialmente Córdoba, donde el PRO quiere poner en el primer lugar de la lista de diputados nacionales al ex árbitro de fútbol Héctor “La Coneja” Baldassi, con la idea de proyectarlo a la Gobernación en 2019. Esa jugada le quita protagonismo a la familia Mestre.

Es que el diputado Diego Mestre pretende encabezar la nómina y cuenta para ello con el apoyo de su hermano, el intendente de la ciudad capital de Córdoba, Ramón Mestre. Ayer Sappia, que se autodenomina como un “angelocista” de pura cepa, sostuvo que si no hay acuerdo con el PRO, entonces debería habilitarse la posibilidad de que haya una PASO el 13 de agosto en Córdoba.

La regla interna que puso Macri para la conformación de las listas de Cambiemos -que deben incluir al PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el partido FE- es que en aquellos lugares donde gobierna, el criterio lo defina la autoridad del distrito: por eso el Presidente respalda el veto de Rodríguez Larreta a Lousteau en la capital. Pero en la mayoría de los distritos son oposición.

En ese caso es donde la UCR presiona para tener más lugares en las listas, con un objetivo no declarado pero palpable: que las bancadas del PRO en Diputados y el Senado no sean más numerosas que las del radicalismo, lo que pondría al más que centenario partido ante la amenaza de quedar licuado por la fuerza que lidera Macri en los próximos años. No es un riesgo menor.

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