El mayor desafío, enfrentar los miedos ajenos y propios

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“El mayor desafío al intentar formar pareja cuando vivís con VIH es enfrentar los miedos y los prejuicios no sólo de la otra persona sino los que una misma tiene también”, dice Mariana Iácomo (34), trabajadora social  y estudiante del Magister en Comunicación y Derechos Humanos en la UNLP. Desde que en 2002  a sus 19 años le diagnosticaron VIH, a Mariana le ha tocado sufrir tanto situaciones de alejamiento como de discriminación por parte de eventuales parejas a causa de la enfermedad. Nada de eso le pasó sin embargo con Caio, su compañero desde hace ya tres años.  “Con él siempre estuvo todo bien desde el comienzo, y lo mismo con su familia, que lo supo muy pronto”, cuenta Mariana al explicar que la aceptación familiar “no es un detalle menor” ya que “los prejuicios del entorno  pueden terminar afectando la relación”.

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