El rompehielos Irízar, cada vez más cerca de regresar a la Antártida

Ayer volvió a navegar aguas profundas con más laboratorios. Experiencias platenses a bordo

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El rompehielos multipropósito “Almirante Irízar” (RHAI) zarpó ayer desde el astillero estatal Tandanor, donde se lo reconstruyó y modernizó desde 2011 para ampliar sus capacidades, hacia la Base Naval de Puerto Belgrano, donde se le realizarán tareas de carenado para sus pruebas a mar abierto. El momento clave será en septiembre, cuando volverá a internarse en los hielos antárticos, dotado ahora de nuevos laboratorios científicos y una cubierta ampliada de vuelo para facilitar el enlace de todas las bases argentinas en el continente blanco.

La histórica nave, que dejó de participar en las campañas antárticas tras sufrir un incendio en 2007, es una referencia para cientos de científicos que participan de las campañas antárticas. En ese marco, investigadores platenses recordaron sus experiencias al borde del clásico rompehielos (ver aparte).

El “Irízar” había vuelto a navegar en abril pasado, a diez años del incendio en alta mar que casi lo destruye, para realizar un primer ajuste de la planta propulsora navegando en el Río de la Plata.

Según explicó ayer el comandante del buque, Maximiliano Mangiaterra, “vamos a esperar las condiciones meteorológicas que habitualmente se dan a mediados de septiembre para realizar las pruebas de hielo en la Antártida; y ahí se va a probar el buque a toda su potencia para comprobar si está listo para alcanzar la base Belgrano II”.

Mangiaterra comentó que “Belgrano II está más allá del paralelo 78, y para llegar a ésta es necesario cruzar el Mar de Weddell, que está cubierto de hielo”.

Al referirse a la primera navegación de prueba, Mangiaterra dijo que “fueron cuatro días intensos en los que en forma progresiva se encendieron todos los sistemas de propulsión. A mediados de junio vamos a hacer una segunda salida de diez días para comprobar la configuración que evaluamos en la primera, y también a testear todos los equipos instalados a bordo”.

Un incendio afectó la nave el 10 de abril del 2007 cuando volvía de la campaña antártica con 296 tripulantes a bordo; el fuego se originó en los generadores eléctricos cerca de las 22, y dejó fuera de servicio cerca del 80 por ciento del barco.

El Ministerio de Defensa, la Armada y la Dirección Nacional del Antártico, analizaron las alternativas de comprar un nuevo rompehielos, construir uno o reconstruir el ‘Irizar’, eligiendo esta última opción que además contemplaba una profunda modernización del buque para ampliar sus capacidades y darle más espacio a los laboratorios.

Los trabajos de reparación y modernización permitieron ampliar de unos 70 metros cuadrados a más de 400 la superficie destinada a laboratorios, de 76 a 83 la cantidad de camarotes y de 350 metros cúbicos a 650 la capacidad de trasladar combustible antártico.

 

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