“El cine es un arte que ha perdido muchas batallas”
Edición Impresa | 1 de Agosto de 2017 | 04:26

La ausencia de certezas es el punto de llegada de “Cuatreros”, una cinta que se verá el próximo lunes en La Plata, con la presencia de su directora, Albertina Carri, y que dialoga con el cine contemporáneo repeliendo la idea de un sentido único (sobre el cine pero también y sobre todo sobre la historia y la memoria), estallando de manera rizomática los significados en múltiples imágenes en simultáneo que chocan, se repelen y se atraen con las palabras y reflexiones de la cineasta leídas desde el off.
El punto de partida de la obra es otro, sin embargo: el gaucho correntino Isidro Velázquez es el eje del filme en la génesis del proyecto. “Muchos años intenté hacer una película sobre Velázquez, hasta que decidí no hacerla y giré hacia la imposibilidad. Entonces decidí exponer esos viajes erráticos e infructuosos con la historia de Isidro”, afirmó su directora sobre el filme que “se terminó convirtiendo en la historia de la ‘no-película’. Pero es una trampa: es una no-película pero es también una película, así que finalmente se trata de la posibilidad de hacer una película de Isidro Velázquez”.
Velázquez es el punto de partida, pero “Cuatreros” no sólo termina explorando el derrotero de la búsqueda de material sobre el bandido rural que resistió abusos del poder, sino además cruzando constantemente con la historia personal de la cineasta, poniendo en cuestión las nociones de familia tradicional, analizando la violencia a la que está expuesta el país y atravesando también la situación de los pueblos originarios.
“La película tiene muchas ramificaciones para mi: es la historia de Velázquez, la historia de mi padre desaparecido (Roberto Carri) que escribió un libro sobre Velázquez, la historia de Pablo Szir (el cineasta, también desaparecido, que filmó una cinta sobre Isidro), mi propia historia como hija y como cineasta, y también sobre todas esas imágenes que no están”, dice, en diálogo con EL DIA, la directora de “Los Rubios”, otro de sus trabajos que podría encuadrarse, siempre con cautela, en la categoría de documental.
CRUCES
El resultado es “un cruce entre la memoria familiar y la memoria cultural de Argentina” donde Carri buscó mostrar “el viaje de hacer esa película y cómo ese personaje se abruma con lo que investiga. Le dicen que hay una película sobre Isidro, la busca y no la encuentra. Encuentra un pedazo de un guión de esa cinta, pero no sabe a quién pertenecía”.
Así, Carri vuelve a asomarse al vacío, cruzando la imposibilidad de filmar una historia de Velázquez con las ausencias de su propia memoria e historia. Pero, dice la cineasta, filmar el derrotero de esa frustración no era la intención al inicio: “Durante gran parte del recorrido yo no tenía claro que lo que hacía era una película: fue encarado como una investigación, como una inmersión. Entré a ese mundo y vi donde me iba llevando, algo que se parece más al trabajo de investigación que al de hacer una película en términos ortodoxos”, explica.
“Cuatreros” terminó convirtiéndose en una película, pero Carri afirma que a pesar de las imágenes desaparecidas y los vacíos de sentido “no forcé la historia, dejé que se escriba a sí misma, un trabajo casi de medium”: la cineasta trabaja íntegramente con material de archivo (“no filmé ni un plano -en realidad filmé un plano o dos pero el resto es material de archivo”) y la película describe parte de la búsqueda de ese material, “encontrarse con esas latas, con las anotaciones de la época, de lo que se suponía que había en esas latas. Encontrarse con el derrotero que significa esa búsqueda, porque no son de fácil acceso. Encontrarse con el error, en las anotaciones de las latas, con las apariciones y las desapariciones”.
¿DOCUMENTAL?
Pero a pesar de este trabajo con material de viejas películas y publicidades acompañadas por un texto íntimo y extenso que ella misma lee en off, Carri “no se siente cómoda” con la etiqueta de documentalista: “Siempre estoy en un límite, incluso a la hora de la ficción, siempre estoy jugando con esa frontera en la que no creo mucho”, dice, y explica que “todas esas etiquetas tienen que ver con el ‘blockbuster’. En general las borro, un texto fílmico conmueve o no conmueve, cuenta una historia o no: diferenciar lo ficcional y lo documental, a esta altura del siglo, es imposible”.
(Sí le gusta para denominar su trabajo la categoría de “road movie”, porque “Cuatreros” “es la película de un viaje: por un lado retrata varios viajes, a Chaco, a Cuba, la historia de Isidro es un viaje; y por otro la cinta es la narración de mi viaje, el viaje de una hija al encuentro de la obra de su padre, de su maternidad, de correrse del lugar de hija”).
El omnipresente material de archivo brinda pistas de una historia, retazos de una memoria, y configura a la vez un abrumadora cantidad de información visual sobre el período histórico retratado, y la imposibilidad de reconstruir la historia con un sentido único. “Quisimos poner el archivo en términos de presente, no utilizarlo como retrato del pasado sino como archivo: no un ‘esto es lo que pasó’”, agrega.
Esta multiplicidad de lecturas colisiona de lleno con la gramática que opera en el cine, no solo en el cine “mainstream” sino también en el cine independiente hoy: “El cine es un arte que ha perdido muchas batallas”, dice al respecto la directora, para quien “cómo se hacen las películas finalmente es también una trampa sobre cómo hacer películas que luego serán exhibidas, y que tipos de lenguajes y discursos circulan en esos materiales: la producción se ha ido comiendo la posibilidad de otros tipos de cines, de un cine que esté atento a la posibilidad de discutir con la realidad y de discutir las formas del lenguaje”.
El próximo proyecto de Carri, voz fundamental para pensar otros cines posibles, continúa explorando ese camino alternativo y experimental con “otro aporte a esa discusión sobre el lenguaje cinematográfico” que conlleva “la visibilización de otros modos de vida, otras formas de relacionarse, otras maneras de estar en el mundo”: la cineasta prepara una película “que yo inscribo dentro del género pornográfico, pero también es una discusión: si realmente es pornografía o no, si es una película narrativa”.
“Cuatreros”. Lunes a las 20 en el Cine Select, 50 entre 6 y 7, con la presencia de la directora Albertina Carri, en el marco del Ciclo Videodromo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE