Denuncian que no hay policías a lo largo de toda Diagonal 80

En el último mes la inseguridad mostró un considerable repunte. Por eso piden patrullajes

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Diagonal 80, en el tramo que une la plaza San Martín y la estación de Trenes, es un escenario que tiene una circulación constante y pareja a lo largo de todo el día. Ese tránsito intenso, sobre todo el peatonal, se prestó más de una vez a que los ladrones encontraran la chance de entrar a robar a un negocio y escaparse mimetizados entre la gente. Por ese motivo se había destinado a la policía Local -junto con la Bonaerense- para patrullarla. Pero esa presencia de agentes se esfumó en el último mes a partir del mediodía, lo que propicia que resurja la inseguridad.

Algunos casos sucedidos en los últimos días le dan la razón a ese diagnóstico que hacen muchos trabajadores de comercio. También los hechos: el asalto más reciente se dio en la tardecita del martes, en un kiosco de diagonal 80 y 3.

Ahí, entró un delincuente que primero agarró tres botellas de bebidas y después amenazó al empleado para que le diera la plata de la caja, solamente 300 pesos.

Más que del asalto en sí, las víctimas se quejaron por la aparente demora que tuvo la policía en ir a su auxilio, “una hora”, según dijeron.

El antecedente inmediato sucedió en una prestamista que funciona a 20 metros, en 3 entre 45 y 46, el viernes a las 11 de la mañana.

Mariano, empleado de esa firma, le explicó a EL DIA que el primero en entrar fue un delincuente que se hizo pasar por cliente. En segundos, le abrió a su cómplice y entre los dos lo redujeron.

No solamente hubo amenazas con armas, sino que al hombre le ataron las manos con precintos, en una aparente planificación de todo lo que iban a hacer. Su botín fue el dinero de la recaudación, por una cantidad que no trascendió.

El momento de ese robo coincide con el umbral en el que la situación parece ser de más exposición para los comerciantes de la zona. “Después del mediodía”, según Mariano, es cuando no se ve ningún tipo de patrullaje policial.

Ese paisaje difiere del que solía verse hasta hace poco más de un mes en la zona, cuando la presencia de agentes -fundamentalmente de la Local- era visible a lo largo de diagonal 80.

Que hubiera policías en todo el día aportaba una cierta sensación de seguridad no sólo a quienes se mueven sobre la avenida, sino también en las inmediaciones y sobre las calles cercanas, tal como apuntó Mariano.

La situación se replica del lado de barrio Hipódromo y hasta 38 y 120, donde también hay un cordón comercial que luce desprotegido a toda hora.

La falta de patrullaje a pie después de la hora del almuerzo fue ratificada por varios empleados de la diagonal. Luis, que trabaja en un local de ropa a 300 metros de la estación de trenes, evaluó que “hace más de un mes” que no ven policías por la tarde, y que “a veces a la mañana están algún día aislado”.

A él le tocó lidiar con menores que aprovechan a robar con la modalidad “mechera”. Una de las formas que encontró para cuidarse fue adelantar media hora el horario de cierre. Ahora baja las persianas a las 19 porque “no hay mucha seguridad acá”, lanzó.

El mismo análisis fue el hecho por Santiago, que atiende un kiosco de diagonal 80 y 4. El le atribuyó la inseguridad a “pibitos que andan drogados y que en general arman problemas. Siempre pasa algo”.

Detrás de un mostrador enrejado como si se tratara de un carro blindado, señaló: “Yo me tengo que encargar de echar a los que vienen a arrebatar algo. La vez que llamé a la policía por un lío con chicos vinieron a las tres horas”.

 

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