El arma estaba registrada a nombre de un familiar

Empiezan el lunes a tomarle declaración testimonial a los compañeros y al círculo íntimo

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Si bien no se determinó todavía cómo la estudiante del Colegio Nacional se hizo del revólver con el que se pegó el tiro en la boca, sí se estableció, a través de las primeras investigaciones, que el arma está registrada legalmente a nombre de un familiar muy cercano a la chica.

También confirmaron fuentes de la Justicia Federal local donde se llevan a cabo las averiguaciones sobre las circunstancias que la llevaron a la dramática determinación, que la nota que estaba sobre el banco de la alumna en el momento de intentar quitarse la vida le pertenecía.

Asimismo, según se anticipó, la semana que viene el juzgado interviniente en la causa, caratulada como “tentativa de suicidio”, comenzará a tomar declaración testimonial al entorno más íntimo de la adolescente como así también a los compañeros de clase que presenciaron el momento en que la adolescente se descerrajó el tiro.

El arma, la mochila y un juego que no está

De acuerdo a lo investigado, el arma que utilizó la alumna en su intento de suicidio es un revólver marca Colt, calibre 38 registrado a nombre de una persona que integra el círculo más cercano de la chica.

Junto con el arma de fuego y la nota que habría escrito la adolescente instantes antes de proceder al disparo, se incautó su mochila, que quedó tirada en el piso al lado del revólver.

La Policía a cargo de los peritajes revisó el contenido de la mochila de la joven. Y según se indicó, curiosamente, no estaba en su interior el juego al que la estudiante hizo referencia en la nota que dejó escrita.

Según se precisó en el parte de actuación de la comisaría primera, entre las pertenencias de la chica se hallaron $125, un pendrive, una campera color verde, una funda de cuero correspondiente al arma utilizada en el aula de 4º año, útiles escolares, anotaciones y cartas escritas a mano “sin interés” para la causa, según se especificó.

Llamó la atención de los pesquisas que dentro de la mochila no se halló el juego que, según escribió la adolescente en la nota que dejó sobre el pupitre “el que lo encuentre se lo queda”.

En busca de las causas

La investigación, se sabe, sigue dos líneas. Por un lado, se busca ahondar en lo que se relaciona con el arma. Si bien ya se sabe quién es el dueño del calibre 38 resta determinar la manera en que llegó a las manos de la chica. El otro punto en que se centran las averiguaciones es el móvil del intento de suicidio. En ese sentido, el tema de una reacción a un supuesto bullying se relativizó en la Justicia hasta el punto de quedar descartado, pues, según se remarcó, no existen indicios de que la adolescente haya sido víctima de situaciones de hostigamiento.

En tanto, se aguardan los resultados de otros peritajes.

 

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