Otra grave acusación y el allanamiento a un ministro complican más a Temer
Edición Impresa | 15 de Septiembre de 2017 | 03:25

BRASILIA.- El presidente de Brasil, Michel Temer, fue acusado ayer de obstrucción de la justicia y de encabezar una organización criminal, en un nuevo capítulo de una extensa investigación de corrupción que ha involucrado a algunas personas que forman parte de la élite del país más grande de Latinoamérica. En documentos entregados al Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, el fiscal general Rodrigo Janot acusó a Temer de realizar pagos para garantizar el silencio de un ex presidente de la Cámara de Diputados y de un operador de su grupo político.
Janot también alega que Temer encabeza una organización criminal que opera en el Congreso y el Poder Ejecutivo de Brasil. Temer ha negado en repetidas ocasiones haber cometido delito alguno.
Como mandatario, Temer sólo podría ser llevado a juicio si dos tercios de la Cámara Baja de Brasil votan a favor de suspenderlo del cargo. En julio pasado, Janot acusó a Temer de soborno, pero en agosto los legisladores no aprobaron continuar con el proceso.
LIDER DE UNA BANDA CRIMINAL
“De manera deliberada y personal”, Temer “promovió, organizó e integró una organización criminal conformada por más de cuatro personas, incluyendo funcionarios públicos que abusaron de su posición para cometer crímenes” y obtener ventajas en el gobierno y en la Cámara de Diputados, escribió Janot.
Los cargos, que ya se esperaban, se anunciaron horas después de que las autoridades allanaran la vivienda de un alto funcionario del gobierno nacional.
El operativo fue autorizado por el máximo tribunal y es parte de una investigación al ministro de Agricultura, Blairo Maggi, sospechoso de coimear a legisladores estatales a cambio de apoyo político durante su período como gobernador del estado de Mato Grosso de 2003 a 2010.
La policía también allanó las oficinas de ocho legisladores estatales y del alcalde de la capital del estado, Cuiaba, en relación con el caso.
La investigación comenzó luego de un acuerdo entre la fiscalía y el sucesor de Maggi, el gobernador Silval Barbosa. La policía no especificó si Maggi estuvo al momento del cateo en el departamento ubicado en Brasilia.
El ministro negó todas las imputaciones. “Nunca hubo una acción realizada por mí o autorizada por mí para actuar de forma ilegal en las decisiones de mi gobierno o para obstruir la Justicia”, dijo Maggi en un comunicado.
Sin embargo, en la decisión de autorizar las redadas, el magistrado Luiz Fux señaló que había “evidencia contundente” de que Maggi también intentó obstruir a la Justicia al pagar sobornos a un ex funcionario del gobierno del estado.
Maggi es además uno de los empresarios agrícolas más ricos de Brasil, y es conocido también como el rey de la soja.
Fue electo senador en 2011 y el presidente Temer lo nombró ministro de Agricultura en 2016. Maggi es uno de varios funcionarios del gobierno de Temer que está siendo investigado por corrupción.
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