Macao: deslumbrante ciudad de China que muestra la cara más abierta del país

En pleno siglo XXI, su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Una localidad próxima a Hong Kong, en donde se respira una atrapante atmósfera multicultural que nace de su condición de ex colonia portuguesa y que se refleja en la arquitectura, las costumbres, las expresiones artísticas e incluso en una exquisita gastronomía

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A tan solo 70 kilómetros al sureste de Hong-Kong se encuentra Macao, en el sur de la República Popular China, y que cuenta con la consideración de Región Administrativa Especial. Actualmente en posesión del “título” de región más densamente poblada del mundo, su más de medio millón de habitantes se concentra en los aproximadamente 30 kilómetros cuadrados que tiene de extensión.

Su territorio comprende tres partes: la península de Macao, que está unida a Asia, y dos islas, Coloane y Taipa. Su nombre significa en chino “La puerta de la bahía”, dado que se ubica en la desembocadura del río de las Perlas.

Hasta allí llegaron los portugueses en el siglo XVI y se respira por todo el territorio una atmósfera multicultural que han convertido a esta región, conformada por Macao, Hong Kong y Cantón –con las ciudades de Zhuhai y Shenzhen- en la más rica y próspera de China.

A la península la habitaban pescadores llegados de las provincias de Fukien y Cantón cuando arribaron los portugueses en 1513 y se establecieron en la región, donde crearon varios puntos de intercambio. Macao se convirtió, desde entonces, en un rico enclave de comercio entre China, Japón, India y Europa.

Esta característica de lugar de contacto entre oriente y occidente se ha mantenido con el paso de los siglos e hizo de Macao una puerta abierta de China al exterior. Y esta misma particularidad permitió que los misioneros se establecieran allí y, de su paso, quedan importantes muestras como el Colegio de San Paulo, del siglo XVI, que se considera actualmente como la primera “universidad” creada en Asia Oriental, según los cánones occidentales.

Con las características comerciales de Macao, resulta lógica la llegada de la británica Compañía de las Indias Orientales y otros organismos similares que establecieron sus tiendas en lugares como la Casa Garden, una de las visitas imprescindibles hoy en día para el viajero que visita este enclave.

Porque, a pesar de que tras la creación de Hong Kong en 1839 perdió mucha importancia comercial, continuó gozando de esa atmósfera romántica, ese ambiente multicultural que le proporciona la armoniosa mezcla de la cultura china y la portuguesa.

Ese es uno de los atractivos de Macao, la tolerante convivencia entre Europa y Asia que ha dejado, con el paso de los siglos, su impronta en los edificios, en las calles, en las tradiciones, en la gastronomía, en una región que continúa creciendo -le gana terreno al mar- y añadiendo elementos a sus encantos.

PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

Esa historia tan particular de Macao desembocó, en 2005, en el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad de su distrito histórico.

Son más de veinte monumentos, plazas y lugares en el centro de la ciudad que se puede definir como una magistral clase de Historia.

Recorrer ese centro histórico lleva hasta lugares tan diferentes entre sí como el Templo de A-Má, que es un complejo con diferentes pabellones dedicados a la veneración de distintos dioses; a la Plaza de Lilau, donde se instaló uno de los primeros barrios residenciales portugueses; o la iglesia de San Lorenzo, que construyeron los jesuitas en el siglo XVI y es una de las más antiguas de la ciudad.

También se encuentra en esta zona la Plaza de San Agustín, en la que se encuentran varios edificios Patrimonio de la Humanidad, como la iglesia de San Agustín, fundada por los Agustinos españoles en 1591; el Teatro de Don Pedro V,-el primer teatro de estilo occidental que se inauguró en China; el seminario de San José, que constituía en sus inicios (1728) una de las principales bases de las misiones en la región; y la biblioteca de Sir Robert Ho Tung, que fue un importante benefactor local.

El centro histórico de Macao es ejemplo vivo de la fusión de la cultura china y la portuguesa, reflejo de la convivencia entre Asia y Europa

El centro histórico de Macao es ejemplo vivo de la fusión de la cultura china y la portuguesa, reflejo de la convivencia entre Asia y Europa. Y todo ello se percibe en el “Edificio del Leal Senado”, de construcción neoclásica que albergó el primer ayuntamiento de Macao; en el templo de Sam Kai Vui Kin, una construcción típicamente china que se erige en el corazón de la plaza principal de la ciudad; en iglesias como la catedral o la de Santo Domingo y en la de San Antonio, que fue primera sede de los jesuitas y que se construyó antes de 1560 en bambú y madera.

Pero la relación de lugares imprescindibles de ese centro histórico no acaba aquí. Hay que incluir ejemplos del pasado portugués y de la influencia occidental en Macao, como la Casa Garden, la Fortaleza de Guía, el Cuartel de los Moros, la Plaza del Senado, la Santa Casa de la Miseriocordia, las Ruinas de San Paulo, la sección de las antiguas murallas, la Fortaleza del Monte y otros ejemplos de su carácter oriental como la Casa del Mandarín, el templo de Na Tcha y la casa de Lou Kau.

Y esa identidad multicultural que se respira a cada paso en Macao impregna muy especialmente su cocina. Gastronomía macaense, china, portuguesa e internacional, que se encuentra fundamentalmente en los principales hoteles y centros comerciales donde se encuentra cocina japonesa, francesa, india; incluso tiene más de una quincena de establecimientos con estrellas Michelin.

Especialmente presente se encuentra la gastronomía china en la que destacan platos como el pato pequinés o una gran variedad de especialidades Dim Sum que se acompañan con té que, en su combinación a lo largo de los siglos con la cocina portuguesa, ha dado lugar a una gastronomía macaense famosa por su mezcla de sabores y técnicas de elaboración.

No hay que dejar de probar la galinha a la africana y los langostinos al chili. Mención aparte merecen los dulces, como los pastéis de nata.

Y, además de conocer la historia y disfrutar de la cocina, ¿qué hacer en Macao?. La respuesta es disfrutar de cualquiera de los muchos eventos que se celebran con un calendario tan amplio que, visite cuando se visite Macao, se encontrará algún espectáculo, festival, celebración o evento internacional.

Desde el Festival de la Flor de Loto hasta el Gran Premio de Macau, en el que se dan cita los mejores pilotos de motociclismo, de F3 y del Campeonato Mundial de Turismo.

Además, el clima subtropical permite realizar actividades al aire libre en cualquier época, por lo que la estancia se puede aprovechar para practicar cualquier deporte, como el salto en caída libre de la Torre de Macao y, por supuesto, ir a la playa.

Y, si se viaja en familia, un imprescindible para los chicos son los pandas del Pabellón del Oso Panda Gigante. Sin olvidar la experiencia 3D de Batman en la Studio City.

¿Diversión nocturna? Toda la que se quiera. Dicen de Macao que es una ciudad que nunca duerme y tiene una gran variedad de bares, restaurantes, discotecas, lugares en los que disfrutar de la vida macaense hasta la madrugada.

Con mención especial a los casinos, de fama internacional y visita imprescindible incluso para los que no son aficionados a los juegos de mesa.

Y, antes de volver a casa, una escapada de compras para hacerse, al menos, con un recuerdo.

En Macao, donde los artistas están creando marcas locales en distintos puntos de la ciudad, se pueden comprar recuerdos originales.

Un paseo por las exposiciones de arte moderno en las nuevas zonas creativas y culturales que están surgiendo al abrigo de los monumentos más destacados, permite tomar contacto con la cultura artística local.

A la hora de buscar alojamiento, Macao es un destino de primer orden en el que se pueden eligir, desde hoteles de 5 estrellas que incorporan centros comerciales e instalaciones de ocio, hasta pequeños y coquetos hoteles.

Y, si el presupuesto es más corto y lo que se busca es un alojamiento básico, hay multitud de hoteles y posadas a precios más accesibles en el centro de la ciudad.

 

$ 1.886
El alojamiento en Macao, al tener tantas ofertas, suele ser accesible, tanto más a partir de las promociones que se encuentran en internet, como la del “Sheraton Grand Macao Hotel, Cotai Central” (5 estrellas), en donde la tarifa diaria para dos personas, con desayuno incluido, es de 1.886 pesos argentinos.

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