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Espectáculos |MISS BOLIVIA

“Un pueblo que baila es más difícil de dominar”

La artista y activista llega a La Plata el sábado para presentar “Pantera”, un trabajo “más cortabochista, donde me aviento en este desafío de decir más hablando menos”

“Un pueblo que baila es más difícil de dominar”
4 de Septiembre de 2017 | 04:38
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Cantante de cumbias y reguetones fusionados con hip hop, compositora de letras militantes con sonidos barriales y mensajes de emancipación, psicóloga con dos carreras y un posgrado y hasta productora de TV: quizás la única posibilidad de unificar estas trayectorias disímiles de una misma persona, Miss Bolivia (seudónimo artístico de Paz Ferreyra) sea a través del activismo, el hilo común que parece moverse en lo profundo de todas sus actividades.

Así reconoce la propia Paz, en diálogo con EL DIA: nada la diferencia de la Miss Bolivia que subirá al escenario de la Sala Opera el próximo sábado, “no hay un artificio: es un seudónimo cargado de contenidos, pero en mis ovarios el ADN es el mismo”.

La provocadora artista porteña llegará a La Plata para presentar “Pantera”, su último trabajo discográfico que es a la vez “continuación” y “ruptura” de “Miau”. El nuevo y urgente trabajo de Paz llega cuatro años después de “Miau”, un parate provocado por “una crisis de fe”: “Me cansé de remar mal. Tengo dos carreras, y pensé que si me había cansado podía hacer cualquiera de mis otras profesiones. Lo medité un tiempo y me di cuenta que por ahora sigue siendo la música mi pelotero favorito”, cuenta la inclasificable cantante tropical sobre los años entre un disco y otro.

El cansancio no incidió en la renovación estética que propone su nuevo trabajo, pero sí le permitió afrontar “más ventilada” el proyecto y animarse “a ir a lugares que no son los tan típicos: me desprendí más de la zona de confort previa, de este ADN que me da seguridad, y me atreví a transitar las tierras del folclore, del punk rock, del pop y de la electrónica de forma más jugada”, revela.

DISCO URGENTE

Pero la ruptura mayor respecto al anterior trabajo es lírica, más urgente aún que en sus anteriores trabajos: “Su médula es la misma, cumbia y hip hop como plataforma de despegue”, cuenta, pero, dice, “es que es un disco donde se habla menos y se dice más: hay más filo, es más ‘cortabochista’, es más desornamentado a nivel estético y poético, es más directa la lírica”.

“Si bien yo vengo hablando hace diez años de contenidos sociales o culturales, en este disco se habla de manera más urgente”, asegura Paz: un ansia de “desornamentar para que quede solo lo que tiene que quedar. No tenemos tiempo para el rococó: lo pide la realidad, y yo me monto a ese objetivo, me aviento en este desafío de decir más hablando menos”.

Una muestra de este “cortabochismo” es “Paren de matarnos”, una cruda canción sobre un femicidio donde “no hace falta demasiado recurso estilístico, lo que urge es otra cosa. Muchas veces la sobreornamentación esconde y diluye el foco de lo importante”, asegura Paz.

El compromiso militante de Miss Bolivia es “un gesto político”, afirma la artista, para quien “una canción es entre otras cosas una herramienta de transformación social”. Pero, afirma, no es su única función posible: “Yo asumo la responsabilidad social de emitir este tipo de contenidos, y la música puede servir para eso. Pero no me parece que la música tenga que servir solo para eso, porque si no eso también es una tiranía. Creo que está la opción de usar la música y su visibilidad para la transformación social, pero es una opción”.

“Muchas veces se señala con el dedo a músicos porque cantan de cualquier gilada, una cosa inocua, y se los acusa de ser tibios. Pero creo que no toda la música tiene que hablar de eso, tiene más poder cuando lo elegís”, agrega.

ACTIVISMO Y PREJUICIOS

¿Parte de su agotamiento, de su crisis, fue causada por la militancia, el choque contra ese muro de realidad? Paz dice que al contrario: “Me canso en todo caso por vieja, no quiero hacer tres shows a la madrugada, pero es otro tipo de cansancio, del cuerpo, del humo, de los horarios, de los ambientes, de los zombies o de un montón de cosas que pasan a las noches. Pero yo siento que me empodero cada vez que milito a través de la música: pongo el cuerpo, la cara y la voz pero no me canso, me fortalezco”, afirma poderosa quien lleva el nombre artístico de la calle donde vivió en La Paternal de chiquita.

El activismo de Miss Bolivia ha sido, sin embargo, cuestionado particularmente en las redes sociales, siempre preparadas para la crítica, que señalan que mientras la artista predica contracultura trabaja bajo el paraguas de la multinacional Sony.

Paz no esquiva la pregunta, y acepta que “tuve un re-dilema”: “Yo también me manejaba en esa mitología polarizada de ‘independiente’ y ‘disquera’. Me hizo muy bien vaciar la mochila y decir ‘este prejuicio no es mío, es mitología de una era, de una generación’. Ser independiente no es antagónico a trabajar con una disquera, son dos posibilidades entre tantas que hay para laburar”.

“Yo vengo del hazlo tu mismo, fui punk toda la vida, por eso también me fumé esos mitos, los hice carne. La libertad la adquirí cuando me di cuenta de que se trataba de un problema mal planteado y obsoleto. Me di cuenta que la independencia tiene que ver con seguir siendo siempre el capitán de tu barco: yo utilizo a la disquera como una herramienta más entre otras para tener una espalda más solvente a la hora de enfrentarme al mundo de la industria, y ellos me usan a mi como contenido en un catalogo, pero las decisiones finales son mías, todas”, argumenta, y agrega, con su verba letal, que “podés no tener disquera y ser un pollerudo de la industria igual”.

El mismo tipo de prejuicio (Paz llama “ecolalia”, una perturbación del lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra, a la reproducción acrítica de esos discursos que no toman en cuenta la posibilidad de la resistencia) ha enfrentado a la hora de militar a través de la música bailable y de hacer feminismo desde los ritmos históricamente misóginos como la cumbia y el reguetón.

“Uno de los chistes que me gusta hacerle a los estilos misóginos es apropiarme de ellos devolverles un discurso feminista en su propia clave. Lo interesante para hacer justicia con los géneros es dotarlos de nuevo contenido, y hacer contracultura desde adentro”, profundiza su noción de la resistencia Miss Bolivia, y reprocha la idea de la música bailable como banal y fabricada para el consumo. “Creo que se puede mover el culo y dejar el cerebro puesto, hacerse preguntas críticas a la vez, no es disociable. Y me parece que un pueblo que baila es un pueblo mucho más difícil de dominar: el sistema, la educación, se han ocupado de disociar el cuerpo de la mente y el espíritu, y una de las pocas actividades que vuelve a reunir esas tres instancias divididas para poder dominarlas y controlarlas es el baile, y más si es un baile con contenidos”.

CONTRA LA ENDOGAMIA

Paz invita con su música que se resiste a ser encasillada en estos discursos “ecolálicos” al ejercicio de descontracturar y quebrar prejuicios, de romper con las miradas polarizantes en el arte, y también en la vida política. Una militancia rígida, dice, “esteriliza la lucha: si nos refugiamos en la endogamia política y solo estamos con los que piensan igual es un embole, y se va a apagar la mecha porque el oxígeno se acaba. No creo en la endogamia de pensamiento, es como quedarte siempre dentro de tu tribu debatiendo las cosas en las que estamos de acuerdo: la transformación de las ideas tiene que ver con el debate, la crítica y el diálogo, la lucha respetuosa”.

Y agrega: “Yo no me caso con ningún paradigma, tomo herramientas de la militancia ‘old school’ y también milito a mi manera, desde afuera y desde adentro, me encanta asomar la cabeza por las microfisuras de estos terrenos de poder y ahí tirar una bombita”.

Pedro Garay

 

EL SHOW 


Miss Bolivia llegará a La Plata el próximo sábado para presentar “Pantera” desde las 20 en el teatro de 58 entre 10 y 11. Chocolate Remix, “reguetón feminista y empoderado”, ofrecerá la previa del habitual despliegue de baile y fuego de la artista de La Paternal, que repasará, además de las canciones del nuevo trabajo discográfico, viejos éxitos, covers y “alguna sorpresa”.

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