En su visita a Colombia, el Papa busca sanar heridas históricas
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2017 | 03:12

BOGOTA.- El sol de la tarde caía sobre Bogotá cuando el papa Francisco aterrizó en Colombia. La visita iniciada ayer durará cinco días y estará cargada de simbolismos para tratar de sanar heridas históricas y reconciliar a una nación dividida tras desactivar el conflicto armado más largo de Latinoamérica. Ésta es la tercera visita de un papa a la nación sudamericana luego de los viajes de Pablo VI y Juan Pablo II en 1968 y 1986.
Tras la llegada del avión de Alitalia al aeropuerto internacional El Dorado poco después de las cuatro, el presidente Juan Manuel Santos y su esposa María Clemencia Rodríguez recibieron al Papa al bajar de la escalera del avión, en cuya cabina ondeaban dos banderas: la de Colombia y el Vaticano.
Minutos después, el Papa recibió la escultura de una pequeña paloma como gesto de paz de manos de Emmanuel, hijo de Clara Rojas que nació en cautiverio luego de que la política fuese secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando acompañaba a la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt en 2002. El chico, que nació dos años después del secuestro de su madre en la selva, recibió unas palmaditas de Francisco tras entregar el objeto.
Durante su visita se espera que el pontífice presione a los líderes colombianos para que aborden las disparidades sociales y económicas que alimentaron cinco décadas de rebelión armada, al tiempo que alentará al pueblo colombiano a equilibrar su necesidad de justicia con perdón.
En un mensaje en video difundido antes de su partida, Francisco pidió a todos los colombianos que den un “primer paso” y salgan al encuentro del otro por el bien de la paz y el futuro. “La paz es la que Colombia busca desde hace mucho tiempo y trabaja para conseguirla”, dijo. Un grupo de niños también engalanó la recepción en el aeropuerto colombiano bailando cumbia, un ritmo folclórico emblemático de Colombia, ante la sonrisa de Francisco.
Tras los saludos de rigor a autoridades gubernamentales y eclesiásticas, Francisco saludó y abrazó a algunas personas con discapacidad y víctimas del conflicto armado. Luego subió al emblemático papamóvil para recorrer unos 15 kilómetros ante miles de personas apostadas a lo largo de la calle hasta la Nunciatura Apostólica donde se alojará. Allí, pidió a los jóvenes colombianos que no se dejen vencer, ni engañar y que no pierdan la alegría, en las primeras palabras que dirigió a las personas que se agolparon en el lugar.
MENSAJE A VENEZUELA
Mientras el avión que lo llevaba a Colombia pasaba sobre Venezuela, Francisco envió un mensaje al presidente venezolano Nicolás Maduro. En un telegrama al mandatario chavista, Francisco dijo que está orando para que todos en Venezuela promuevan senderos de solidaridad, justicia y concordia. Un vocero del Vaticano dijo que el Papa tendrá un breve encuentro con obispos venezolanos al final de la misa de hoy en Bogotá.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE