La primera quincena de enero, floja

Los principales balnearios de la Costa mostraron una baja ocupación hotelera con turistas que veranean fines de semana y gastan poco

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ENVIADAS ESPECIALES
Textos: LAURA LÓPEZ SILVA
Fotos: DOLORES RIPOLL

No terminó la primera quincena de enero y ya hay liquidaciones e importantes ofertas en todo el partido de Pinamar. Indumentaria, bazar y souvenirs son los principales rubros que realizan promociones por estos días.

Zapaterías con 50% de descuento en la compra de una segunda unidad, boutiques con el clásico 2 por 1 y rebajas del 20%, 30% y 40% en comercios de venta de artículos de decoración son algunas de las promociones que se pueden ver en los comercios del centro de la ciudad.

“Es de todo un poco, por un lado siempre hacemos una primera liquidación de productos de temporadas anteriores y en febrero arrancamos con las promociones de la última mercadería de verano. También es cierto que no hay la misma cantidad de gente que el verano pasado para esta época y hay que tener estrategias para no salir perdiendo”, explicó la encargada de una zapatería de avenida Bunge, donde la vidriera ofrece compras de dos por uno en calzado seleccionado.

En el rubro gastronomía, los precios parecían bastante accesibles comparándolos con los de La Plata. Un desayuno con dos mediaslunas y un jugo de naranja podía conseguirse desde 75 pesos, bastante más barato que en San Bernardo, donde el mismo servicio se ofrece con un costo de alrededor de 100 pesos.

Para almorzar o cenar, un plato del día arranca desde los 140 pesos, incluyendo algo para tomar y un postre. La cena se encarece desde unos 50 pesos más aproximadamente.

“Hubo que bajar los precios porque ahora la gente viene de viernes a domingo”

Si algún turista quiere llevar alfajores de regalo para cuando termina su estadía en el balneario, las promociones están a la orden del día: una caja de alfajores más una caja de conitos por 150 pesos; o 4 cajas de alfajores de 6 unidades grandes por 260 pesos.

“Desde hace unos años la tendencia es que la gente viene a pasar unos días, entonces las promociones tenemos que hacerlas desde principios de enero. Los alfajores se compran en los últimos días de estadía cuando ya no queda mucha más plata por gastar. Si no te amoldás al modo de consumo terminás perdiendo”, dice sin vueltas el dueño de una casa de venta de productos artesanales de uno de los paseos comerciales de avenida Libertador y Constitución.

En Valeria del Mar la situación es similar, aunque no se ven las súper promociones de indumentaria y calzado, y los precios son un 10 por ciento más caros que en Pinamar en algunos productos gastronómicos. “Vino mucha gente para pasar fin de año y después se fueron. Nosotros ya habíamos armado algunas promociones porque preveíamos que la temporada iba a estar floja”, explicó Tomás Eurucker, encargado de una cafetería céntrica de Valeria que durante el año vive en La Plata porque estudia en la facultad de Derecho de la UNLP.

“Hubo que bajar los precios porque la gente viene de viernes a domingo. Tenemos la esperanza de que en febrero repunte la cosa, porque sabemos que ya hay más reservas de hospedaje”, contó Dora Dambrosio, dueña desde hace 50 años de un puesto de diarios y revistas del centro de la misma localidad balnearia.

Cariló, la zona más top del partido, se suma a la tendencia. Aquí no se ve demasiada cartelería que anuncie los precios y promociones en los bares y restaurantes, pero la falta de turistas se siente en las calles: “Está cubierta un 60 por ciento la capacidad hotelera. Nosotros lo notamos mucho por el tema de los viajes y porque estamos viendo el movimiento de gente constantemente”, dijo Miguel Ángel Escobar, que trabaja como taxista en esa playa.

Para algunos, la tranquilidad de la temporada es sorpresiva y bien notoria. “Hace cinco años que trabajo durante la temporada y ésta es la primera vez que veo tan poca gente y que además gasta lo mínimo. Las playas están prácticamente vacías de lunes a jueves. Eso nunca fue así desde que estoy acá”, destacó un empleado de un local de bijouterie y accesorios, que agregó que hubo que acomodarse al nuevo panorama: “Nos flexibilizamos, armamos promociones y sumamos el pago en cuotas para no perder clientela, pero ya se nota que las ventas bajaron entre un 2 y un 3 por ciento respecto a la misma época del año pasado”, reveló.

 

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