Muchos cuatris, poca consciencia

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HERNÁN ALMIENTO
Presidente de Locos por los Cuatris

Los cuatriciclos no son peligrosos en sí; lo peligroso es cómo y dónde se lo usa. Y la realidad es que cada vez hay más cuatris y menos consciencia sobre los cuidados básicos que hay que tener para andar. Para dar una idea de ese desfasaje basta decir que uno de los modelos más vendidos hoy en el país es el Raptor 700, un vehículo muy potente que algunos padres se lo prestan a los chicos sin pensar que es lo mismo que darles un arma.

Por sus características, el cuatriciclo es un vehículo que hay que saber llevar y que requiere estar muy atento a los reflejos. En principio, una vez que aceleran no es fácil frenarlos; pero además, por tener el centro de gravedad alto, vuelcan con facilidad cuando uno comete un error, lo que implica el riesgo de ser aplastado por 400 kilos de metal.

Uno de los errores más comunes es girar con el manubrio para un lado y tirar el cuerpo para el lado contrario, o hacer giros cerrados, que llevan a que las ruedas se traben y termines volcando. Pero muchos accidentes ocurren también por los lugares donde la gente se larga a andar. Es el caso de los médanos: muchos se largan a subir y al quedarse a mitad de camino tocan el freno de atrás; o aceleran para cruzarlos sin fijarse qué hay del otro lado.

Por una causa o por otra, lo cierto es que cada vez se ven más accidentes y en la medida en que no se tome consciencia de que hay que usarlos responsablemente va llegar un momento en que algunos lugares van a terminar prohibiendo su circulación.

 

 

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