Finalmente, Macri decidió no convocar a sesiones extraordinarias para febrero

El presidente Mauricio Macri encabezó ayer en la Casa Rosada la primera reunión de Gabinete nacional del año, al término de la cual se anunció la decisión de no convocar a sesiones extraordinarias en el mes de febrero.

“Hemos tenido la primera reunión de gabinete del año encabezada por Mauricio Macri y, como dato principal, les quería comunicar que el Presidente ha tomado la decisión de no convocar a sesiones extraordinarias en febrero”, anunció el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una conferencia de prensa tras la reunión.

El funcionario dijo que la meta ahora “es trabajar a partir del mensaje del Presidente del primero de marzo en un calendario legislativo regular, para poder dar todos los ámbitos de debate y desarrollo normal de la vida parlamentaria”.

Durante la reunión del Gabinete el Presidente dialogó sobre sus proyectos para 2018 con todos sus ministros, y la única ausente fue la vicepresidenta Gabriela Michetti, de gira en el exterior.

El encuentro se realizó entre las 8.30 y 9.35 en el Salón Eva Perón de la Casa Rosada. Macri estuvo flanqueado, a su izquierda, por el ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el canciller Jorge Faurie, a su derecha.

La novedad fue que volvieron -con una barba de color claro- el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y su par de Energía, Juan José Aranguren, quienes -según confió uno de los ministros presentes- fueron objeto de bromas por parte de sus pares por el cambio.

Al término de la reunión Peña brindó una conferencia de prensa donde -además de anunciar que no convocarían a sesiones extraordinarias- respondió preguntas de la prensa sobre los temas de actualidad.

Reducción de los cargos políticos del Gobierno

En ese marco confirmó que en las próximas semanas el Poder Ejecutivo dispondrá una “nueva organización de la Ley de Ministerios” con el fin de reducir “de mínima un 20 por ciento” el total de cargos políticos en el Estado Nacional.

También se refirió a la visita del Papa Francisco a Chile y Perú (ver página 4).

Peña aseguró además que “no hay lugar” para hablar de “persecución política” de dirigentes opositores o sindicalistas.

“No consideramos que ningún sindicalista ni ningún sindicato sea un escollo para el desarrollo de la Argentina”, señaló .

“Valoramos la tarea del sindicalismo argentino, es parte de nuestra tradición institucional y social, y valoramos las muchas cuestiones que hemos podido trabajar en conjunto con el sindicalismo”, resaltó.

Por otro lado, el funcionario celebró como “una buena noticia” que “más de un millón de jubilados en enero cobraron más” en sus haberes, a partir de los cambios introducidos en la reforma previsional que el Congreso aprobó en diciembre último.

Destacó que la medida “tiene que ver con el 82 por ciento de salario mínimo para los que tienen 30 años de aportes” y consideró que muchos jubilados “creían que iban a cobrar menos que el año pasado, cuando van a cobrar más”.

La nueva norma establece que los aumentos en los haberes jubilatorios serán trimestrales en lugar de semestrales, y se calcularán con una combinación del 70% de la inflación y el 30% del Ripte, que es el aumento salarial de los trabajadores del sector formal.

Además el funcionario defendió el decreto de necesidad de urgencia emitido por el Ejecutivo para reducir la burocracia en el Estado, promover la reducción de costos y ganar competitividad, al considerar que “elimina muchas trabas” y normativas “obsoletas” que “trababan el proceso de inversión y de generación de empleo”.

Y agregó: “Vamos a trabajar en el marco de las paritarias libres para, sin perjudicar al trabajador en el salario real, comprometernos todos con esta búsqueda de la meta del 15 por ciento”, dijo (ver nota aparte).