Otros tres negocios del Centro fueron atacados por ladrones de madrugada

En la pizzería de 11 entre 49 y 50, y en un kiosco de 64 entre 11 y 12, rompieron los vidrios de las puertas y robaron dinero. En 9 y 55 dañaron el frente de un local de bebés, destrozaron la caja registradora y la tiraron

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Las madrugadas siguen siendo el momento propicio para que bandas de delincuentes que merodean por el Centro se dediquen a elegir en qué comercios robar, sin grandes complicaciones para conseguirlo. Les basta con destrozar los vidrios de las puertas, cortinas de rejas o persianas.

Se trata de una situación que, como viene reflejando en las últimas semanas este diario, se ve favorecida por la falta de presencia policial y genera un profundo malestar entre los damnificados, algunos de los cuales no dudan en afirmar que en esas calles “hay zona liberada para el delito”.

La preocupación de los propietarios de negocios se profundiza con cada nuevo ataque. Y ayer a la madrugada hubo otros tres, todos con la misma modalidad.

blancos repetidos

Todos los escruches (como se conoce en la jerga a los robos en ausencia de los dueños) ocurrieron durante la madrugada y para acceder a los locales los intrusos recurrieron a la misma mecánica, por lo que no hay que descartar que haya actuado una sola banda.

Uno de los episodios tuvo como escenario a una pizzería situada en las inmediaciones de Plaza Moreno.

Se trata del local “Te parto en ocho”, que funciona en calle 11 entre 49 y 50.

Un empleado del lugar hizo saber a este diario que los delincuentes ingresaron “alrededor de las cuatro y media de la mañana. Rompieron el vidrio de blíndex de la puerta de entrada y fueron directamente hasta donde está la caja registradora”, de donde sacaron “cerca de 1.500 pesos que habían quedado de la noche anterior”.

“No les importó llevarse nada más”, remarcó el empleado, convencido de que los intrusos “vinieron directamente a buscar plata”.

A pocas cuadras de allí, en la esquina de 9 y 55, la dueña del negocio de artículos para bebés “Creciendo” también constató que habían sido “visitados” por delincuentes.

El hecho fue confirmado por el responsable de la vidriería de enfrente, Martín Urdangaray (51), quien se encargó de “reponerle el vidrio del frente, porque (los ladrones) se metieron por ahí después de destrozarlo”.

“Además le dañaron la puerta de la cortina de reja”, completó, aunque aclaró que en ese local “no pudieron robar nada porque trabaja casi exclusivamente con tarjetas de crédito”.

Eso sí, a modo de “castigo” por la falta de efectivo, los ladrones “rompieron la caja registradora y la tiraron por calle 56”, relató Urdangaray. Este hombre conoce de cerca los efectos de la inseguridad que castiga a diario a ese sector del Centro, ya que en los últimos tiempos lo han convocado muchos de sus vecinos para reponer los vidrios que destrozan los intrusos.

Según contó, de los negocios de por acá que más sufren esta modalidad se destaca la zapatería de 8 y 54: “Todos los meses tengo que ir a cambiarle algún vidrio, porque se lo rompen para intentar entrar a robar o por vandalismo”, comentó.

Estos hechos fueron denunciados en la comisaría Primera, cuyo personal busca pistas en el material registrado por las cámaras de la zona.

En tanto, el kiosco-almacén situado en 64 entre 11 y 12 también fue blanco de un escruche ayer a la madrugada.

Roberto (45), esposo de la dueña de ese negocio, detalló que “fue a las dos menos cuarto de la mañana y actuaron menores que se llevaron 300 a 400 pesos que había en la caja, además de romper el vidrio de la puerta de entrada”.

Por este hecho tomó intervención la comisaría Novena.

 

 

 

 

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