Renuncia en el triunvirato de la CGT

A pocos días de haber realizado el cuarto paro general contra el Gobierno nacional, el secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, renunció ayer al triunvirato que conduce la Confederación General del Trabajo (CGT).

Schmid era uno de los tres secretarios generales del triunvirato que conformaba junto a Héctor Daer y Carlos Acuña y representaba al moyanismo en la conducción de la central sindical.

Si bien Schmid sufrió una descompensación a causa de presión arterial el martes, al término del cuarto paro general de la CGT al Gobierno de Macri, que obligaron a su internación para hacerse chequeos médicos, desde su entorno reconocieron también que su posición en el triunvirato cegetista se hacia insostenible, en especial desde que el sector de Hugo Moyano pasó a integrar el flamante Frente Sindical para el Modelo Nacional, que impulsa el endurecimiento de las medidas de fuerza contra el Gobierno.

Si bien no hubo una confirmación por parte de la central sindical de la renuncia, lo cierto es que desde el entorno cercano al líder sindical se afirmó que “venía agotado y el día del paro lo tuvieron que internar por cuestiones de salud”.

Pero más allá de este malestar físico, lo cierto es que Schmid sostenía posturas más duras que sus dos socios en el triunvirato cegetista, que por ahora se mantendrán a cargo de la central, y que podrían conservar buena parte de su poder, gracias a la adhesión de gremios del transporte, como la UTA y las distintas vertientes de los ferroviarios.

Sin embargo, se descarta que los gremios moyanistas que están en la CGT se alejarán de la conducción como hizo Pablo Moyano y ahora el propio Schmid con la intención de obligar a convocar a un nuevo Comité Central Confederal para encarar la renovación de las autoridades.

Precisamente Schmid era quien dentro de la cúpula cegetista reclamaban avanzar en esa dirección en especial luego del último paro, donde quedó en claro las discrepancias internas dentro de la central, entre quienes quieren mantener el diálogo con el Gobierno y quienes quieren avanzar con un duro plan de lucha.