Depresiones, un diagnóstico malo y el último mandado

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El miércoles a la noche, Sol Victoria Martínez Gómez y su mamá fueron a una panadería del barrio. En el departamento de Flores quedaron el padre y dos hermanitos. Ellas no volvieron nunca. Según la declaración informal que hizo el padre de la nena, un año después de la muerte de su suegra, que se suicidó en 2012, a Angélica le diagnosticaron maculopatía degenerativa en la retina, por lo que su visión se correspondía con la de un niño de cinco años y usaba un bastón verde. Este verano, además, le detectaron un tumor en el nervio óptico. “Entraba en depresiones agudas, angustia, ataque de pánico y delirios”, detalló el marido.

La nena iba a la Escuela Nº 4 Arturo Umberto Illia. “Era muy común encontrarla llorando en la esquina con la mamá”, dijo una de las madres. Todas describen a Angélica como una “madraza” y que la veían “demasiado flaca”.

 

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