Embarazada: murió por lesiones en la zona genital

Se investiga si esas lesiones fueron producidas durante un “juego sexual” o una agresión por la que se acusa al hombre que la acompañaba

La mujer embarazada que murió desangrada en un hotel alojamiento de Florencio Varela, ya fue identificada: se trata de Carolina Estefanía Medina (25), según confirmó su pareja, de 29 años, después de que se presentó en la comisaría 3ra. de Florencio Varela para hacer la denuncia de averiguación de paradero.

Según las fuentes, cuando el denunciante dijo que su mujer tenía un embarazado avanzado de ocho meses y que no la veía desde las 2 de la madrugada del sábado, los efectivos lo contactaron con los investigadores del homicidio en el hotel alojamiento “Susurros”. El hombre fue trasladado a la morgue judicial y allí confirmó que la mujer era Carolina.

Según determinó la autopsia, se desangró por las heridas en su aparato genital, urinario y digestivo. Se investiga si esas lesiones fueron producidas durante un “juego sexual” o una agresión por la que se acusa al hombre que la acompañaba.

La herida fue producida por un objeto que podría ser una botella. La pareja pidió a la conserjería una cerveza, pero el envase no estaba cuando ingresaron allí los peritos.

El concubino de Medina contó que hace un año que estaban en pareja y que la chica, que tenía dos hijos de 8 y 6 años fruto una relación anterior, era adicta al paco.

Por el homicidio está detenido desde el lunes un hombre identificado por la policía como Ariel Norberto García (31). Detectives de la DDI de Quilmes y de la comisaría 3ra. de Florencio Varela lo encontraron escondido en la casa de una ex mujer, en el partido de Quilmes. García fue identificado como sospechoso gracias a las cámaras de seguridad del hotel que tomaron la chapa patente de su auto, un Ford Focus, no sólo cuando el sábado entraba con la víctima, sino también cuando, luego del crimen, se escapó llevándose por delante la barrera del estacionamiento.

El homicidio se descubrió el sábado a la tarde cuando, ante la fuga del cliente, los empleados del hotel “Susurros” fueron hasta la habitación que le habían destinado tres horas antes y encontraron muerta a la mujer, desnuda, con un embarazo avanzado, boca arriba y en medio de un charco de sangre que se extendía por debajo de su cuerpo, entre la cintura y los muslos.

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