Argentina ante el enorme desafío de una América latina que gira 180 grados
Edición Impresa | 22 de Octubre de 2018 | 02:07

Por OSVALDO GRANADOS
osvaldoperiodista@gmail.com
Henry Kissinger, el funcionario más importante de la administración de Richard Nixon, señalo alguna vez: “Donde se incline Brasil, irá América latina”. Las elecciones en Brasil, donde Jair Bolsonaro obtuvo el 46 %, sacudió a los políticos argentinos. Chile, Colombia, Perú , Ecuador se inclinaron hacia el centroderecha, liberal.
Brasil camina en dirección a la ultraderecha. La crisis económica, Oderbrecht, el saqueo del Estado, modifico tendencias.
Estamos en la crisis global de las ideologías y de la fe en la partidocracia y la política. Masivamente la clase media le cerró la puerta al partido popular. Votaron más contra Lula y Dilma que a favor de Bolsonaro. El terremoto tuvo efectos en Argentina.
Los medios kirchneristas, mostraban angustia, desesperación y no entendían lo que sucedía. Recordar que Cristina Kirchner dio su apoyo a Lula que consideraba que los populismos de izquierda volverían al poder. Es más si Fernando Haddad gana en segunda vuelta iría a la asunción todo el kirchnerismo.
Uno: señalan que llegó después de un golpe institucional. A Dilma y las instituciones.
Dos: “La culpa es de un sistema político–partidario–empresarial– judicial–mediático, podrido de corrupción”
Tres: con Bolsonaro “el infierno asoma a la vuelta de la esquina”.
En los medios cercanos a Cristina, radio y televisión por cable, la orden era no hablar del tema. Ven que el futuro bolivariano que pensaron Hugo Chávez, Néstor Kirchner, Rafael Correa, Evo Morales y Fernando Lugo en Paraguay estaba enterrado. La corrupción se los llevó a todos.
Para el Partido Obrero de Argentina las elecciones fueron un fraude. Esperan un milagro en la segunda vuelta.
Mientras tanto, enancados en la crisis económica, los sindicatos del Estado, docentes y grupos piqueteros le pidieron al arzobispo de La Plata, Víctor Fernández que encabezara la acción pastoral en Buenos Aires, una misa. Ese día, la Iglesia la ocuparon los grupos más radicalizados, presididos por Roberto Badarel. El arzobispo, que es prácticamente el real vocero del Papa fue muy claro: “Algunos se dejaron cautivar por la corrupción, por la riqueza fácil, los cebó la sed de poder y al final todo conduce al vacío total”. No les gustó el mensaje. Esperaban otra cosa.
Desde abril, y fue contundente en mayo, el derrumbe de la imagen del Gobierno subsiste. Esperaban un futuro mejor, pero no llegó. Lo que hay es decepción. Lo sorprendente es que nadie capitaliza la caída.
Todos en el Gobierno esperan un milagro. Si no aparece un cisne negro en esta campaña ingresarían por los principales granos unos 25.600 millones de dólares. Unos 4.000 millones del trigo y entre soja y maíz otros 21.600 millones. La siembra fue de 37,2 millones de hectáreas, un millón más que en la campaña pasada y una cosecha de 120 millones de toneladas lejos los 99 millones que se consiguieron en 2017 – 2018 por la sequía. ¿Qué harán los productores? ¿La liquidarán? Depende de la necesidad financiera de cada uno.
La cosecha son dólares. Hay un incentivo a guardar porque hay un ajuste del 3 % mensual sobre el tipo de cambio. También depende de los precios internacionales.
Cambiemos como si los problemas económicos no existieran tiene su interna con Elisa Carrió. Logró revertir las renuncias de funcionarios de la AFIP y habrá cambios en la Justicia.
Carrió es una especie de fiscal de la República y todas sus acusaciones son públicas. Para ella el primo del Presidente, Ángelo Calcaterra debe ser investigado a fondo y si es culpable, debe ir preso. Conclusión: si te va mal en economía por lo menos mantené levantada la bandera contra la corrupción.
El principal referente hoy de La Campora, Andrés el “Cuervo” Larroque salió al cruce de todo el arco político y apuntó a una revolución institucional.
Primero defendió a todos. “Cristina, Julio De Vido, Amado Boudou, son inocentes”. “Todo es un complot”. Pero lo más significativo fue cuando expresó: “Necesitamos una nueva Constitución. El pueblo tiene que tener participación directa. No a la democracia burguesa, sí a la democracia participativa”. Parecido a lo que está pasando en Venezuela”. El poder no de arriba hacia abajo, sino de abajo hacia arriba”. Así será difícil que se acerquen al peronismo de Juan Schiaretti, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto.
En América latina hay tendencias. En los 70 golpes militares; en los 80 socialdemocracia; en los 90 los liberales desde el 2000, los populismos de izquierda. Ahora cambió 180º.
¿Hacia dónde irá la Argentina?
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