Independiente, con un jugador menos, perdió sobre el final contra el Decano tucumano

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El práctico, contundente y efectivo Atlético Tucumán exhibió anoche todos esos valores en el estadio Monumental José Fierro ante su multitudinaria parcialidad al vencer con claridad a Independiente por 4 a 2 para quedar, con un partido menos, como único escolta de Racing. La clave del partido fue la expulsión de Pablo Hernández a los 10 minutos del segundo tiempo. Irresponsable, porque recién había ingresado.

El que arrancó mejor fue Independiente, que de la mano de un Maximiliano Meza llegó con mejores chances hasta el arco defendido por Christian Lucchetti. Sin embargo y por mérito de la potente y precisa pegada que posee Rodrigo Aliendro fue el dueño de casa el primero en llegar a la red adversaria. Pero el Rojo siguió y empató de penal, por intermedio de Fernando Gaibor.

Pero con el oficio que lo caracteriza, tampoco el local se dejó influir por la igualdad y salió nuevamente en pos de recuperar la ventaja perdida, algo que recuperaría apenas 8 minutos después.

El segundo tiempo pasó de todo: Ezequiel Gigliotti empató a poco de comenzado con un potente remate cruzado. Y, entonces, lo que parecía la recuperación se transformó en pesadilla porque Pablo Hernández se hizo expulsar y entonces todo cambió. El Decano fue al frente y se lo llevó por delante. A falta de cinco minutos la Pulga Rodríguez marcó el tercero y en el descuento Federico Álvarez estableció el resultado final. Fiesta en el Monumental.

 

 

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