El futuro retiro de Merkel desata la carrera por la sucesión en el partido

Los conservadores de Alemania iniciaron la pulseada por el liderazgo de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) un día después de que la canciller, Angela Merkel, anunciara su decisión de no renovar su candidatura a la presidencia del partido, tras 18 años al frente de esa formación.

El nuevo líder del bloque se definirá en el congreso federal de la CDU, que se celebrará el 7 y el 8 de noviembre en Hamburgo, la ciudad natal de Merkel, reportó la agencia de noticias DPA.

La carrera por la sucesión se debate, por el momento, entre tres candidatos: la actual secretaria general de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, afín a la línea política de la canciller; el ministro de Sanidad y crítico abierto de Merkel, Jens Spahn, y el ex jefe parlamentario del grupo y rival interno de la mandataria, Friedrich Merz.

Tanto Spahn como Merz, representantes del ala más derechista de la formación, acusan a la aún presidenta de haber "socialdemocratizado" a la CDU durante sus casi dos décadas de mandato.

Además de estos aspirantes, los medios alemanes barajan la posibilidad de que el jefe del gobierno regional en Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, persona de confianza de Merkel, se sume a la carrera.

La dirigente, quien se niega a influir en el debate dentro de las filas del partido, aclaró que habrá que esperar poco más de un mes para conocer quién saldrá elegido en el próximo congreso federal en Hamburgo.

"Es hora de abrir un nuevo capítulo", afirmó ayer la canciller, tras comunicar su decisión de ceder la dirección de la formación y retirarse de la vida política en 2021, al concluir su actual legislatura. 

El anuncio de Merkel tuvo lugar un día después de que la CDU viviera un nuevo revés electoral, esta vez en el estado federado de Hesse, donde mantuvo su posición de primera fuerza, pero cayó 11 puntos en relación a los comicios de 2013.

Estos resultados, que calificó de "amargos", siguen a la pérdida de la mayoría absoluta en Baviera de su hermanada Unión Social Cristiana (CSU) y al hundimiento en ambas elecciones del Partido Socialdemócrata (SPD), sus socios en el gobierno federal, reportó la agencia de noticias EFE.

La pérdida de peso de la CDU y sus socios se inscribe dentro de la tendencia europea y global, en la que los partidos tradicionales se ven debilitados frente al auge de formaciones radicales, tanto de izquierda como de derecha.

Ya en las elecciones generales de hace un año, el bloque conservador de Merkel quedó fuertemente fragilizado y se vio obligado a pactar con los socialdemócratas para lograr una coalición de gobierno, que pudo formarse tras 136 días de arduas negociaciones, las más largas de la historia alemana.

Ante este contexto, los grupos parlamentarios y los medios de comunicación alemanes recibieron la decisión de la canciller con respeto y consideraron que eligió el momento oportuno para hacerlo y facilitar así una sucesión ordenada dentro del partido conservador.