Buenos Aires 2018 puso primera con una fiesta inolvidable en el Obelisco

La compañía Fuerza Bruta fue la encargada de un show que duró un poco más de una hora y media en el corazón de Capital Federal

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Los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 ya son una realidad: anoche se realizó una innovadora ceremonia de inauguración en Obelisco y en la jornada de hoy comenzará la actividad deportiva. Más de 250.000 personas dijeron presente en el histórico monumento de la Capital Federal para disfrutar una fiesta que se extendió por una hora y media y tuvo de todo.

Si bien el público fue convocado para las 18, la fiesta dio comienzo a las 20 de manera oficial con una cuenta regresiva de fuegos artificiales. Al instante entraron los 4.000 atletas a que participarán de esta cita olímpica a través de un arco con efectos especiales e interactuando con los actores de Fuerza Bruta.

Luego se izó la bandera argentina y la olímpica y, esto, fue acompañado por las estrofas del himno argentino. Mientras tanto se fueron proyectando diferentes imágenes relacionadas a nuestro país sobre Obelisco (se colocaron pantallas LEDs), además de diversos efectos especiales de luces. El cierre de este acto estuvo a cargo de los abanderados de cada delegación, que pasearon por un escenario.

ANILLOS POR LOS AIRES

La segunda parte de la ceremonia fue la más impactante visualmente, ya que Fuerza Bruta se encargó de presentar los anillos olímpicos y las diversas disciplinas de los Juegos Olímpicos de la Juventud de una manera particular.

Los primeros aparecieron por los aires elevados por un grúa al ritmo de la música y rodeados de efectos especiales. En cada anillo se pudo ver a un actor vestido de obrero futurista, quienes interactuaron con los mismos como si ellos mismos estuviesen construyéndolos.

En cuanto a los deportes, la presentación fue sobre el Obelisco con la proyección de los pictogramas incluidos en el programa de la competencia. Algunas disciplinas fueron también representadas por actores sobre las paredes del monumento. “Se buscó conectar al espectador con el lado lúdico y primitivo del deporte, mostrándolo en un ámbito urbano y rompiendo la estética competitiva”, dijeron desde la organización.

NO PODÍA FALTAR EL TANGO

Otro de los números más impactantes fue el que homenajeó al tango, música por excelencia relacionada a Buenos Aires. Para esta parte el Obelisco se transformó en un gran bandoneón y en la punta apareció un músico en solitario.

Luego, en un escenario móvil, una orquesta continuó el tango después del solo acompañada por bailarines y proyecciones alusivas en las pantallas. La estética elegida buscó romper con el tango tradicional, mostrando de una manera más cercana a lo moderno, pero sin perder su base. Los colores que se vieron en esta escena fueron el blanco, negro y rojo, los más representativos de este género.

Por otro lado, desde los balcones que están sobre la 9 de Julio aparecieron parejas bailando, representando la danza en sus esferas no profesionales. Además, seis parejas dijeron presente en otro de los escenarios paseando entre la multitud y buscando contagiar el espíritu tangueo.

LA LLAMA OLÍMPICA

Luego de comenzar la recorrido en nuestra ciudad, a comienzos de agosto, la antorcha olímpica finalmente encendió el pebetero olímpico juvenil ayer por la noche en el corazón de la ciudad de Buenos Aires.

Previamente a esto, que marcó el cierre de la ceremonia, habló el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, quien hace días se encuentra en nuestro país realizando distintos eventos relacionados al Olimpismo.

Los últimos relevos de la antorcha estuvieron a cargo de Pedro Ibarra, Cecilia Carranza, Iñaqui Mazza, Celeste D’Arcangelo, Paula Pareto y Santiago Lange. Si bien no pudieron estar, deportistas como Manu Ginobili grabaron un mensaje.

 

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