Alarma entre policías bonaerenses por chalecos antibalas con etiquetas de 2008

La cámara hace foco en un chaleco antibalas mientras la voz de fondo de una mujer cuenta que son “los que nos entregaron el año pasado, ni más ni menos, en noviembre” y abre para exponer las etiquetas del kevlar.

En la primera figuran la fecha de fabricación del chaleco-septiembre de 2017- y su nivel de blindaje RB3, pero basta que la mujer despegue tras un par de intentos la etiqueta para que salga a la luz la que estaba debajo, con la inscripción RB2 y la fecha 2008, tachadas con un fibrón.

“Esta es la verdadera etiqueta”, dice la voz en off, antes de insistir: “Nos entregaron chalecos vencidos”.

Montado en las redes sociales el video se viralizó muy rápido, en lo que fue la antesala de una circular que llegó a las distintas Jefaturas Departamentales de la Policía con la orden de “arbitrar los medios y el personal necesario para realizar una minuciosa inspección de los chalecos de cada uno de los efectivos”.

Según el instructivo, los responsables debían informar, en caso de detectar una segunda etiqueta, “la jerarquía, legajo , apellido y nombre , marca, modelo, nivel de blindajes, numeración y fecha de fabricación de los mismos”, sin desprender del todo “la etiqueta adherida a primera vista, ya que de ello se encargará personal idóneo de la división armamento”.

Por lo que se pudo establecer hasta ahora, las irregularidades se limitarían a los chalecos fabricados en septiembre de 2017, con el nivel RB 3.

Consultadas por este diario, fuentes del ministerio de Seguridad bonaerense desmintieron que se hayan entregado chalecos vencidos al personal de la fuerza.

“La fábrica América Blindajes, encargada de la confección de los chalecos antibalas que utiliza la Policía de la provincia de Buenos Aires, comunicó que hubo un error en la producción de las fundas de los paneles, pero que eso no afecta la calidad y validez de esa vital herramienta de trabajo”, resueltos a “llevar tranquilidad a todos los efectivos ante versiones difundidas por redes sociales”.

Según los mismos voceros, las autoridades provinciales pidieron explicaciones al fabricante “apenas se tomó conocimiento de la falencia”, la semana pasada.

Más allá del argumento de la empresa los chalecos “serán sometidos a una inspección y prueba balística”, anticiparon desde Seguridad, detallando que hasta el momento se detectaron irregularidades en 200 prendas de un lote que se entregó en las localidades de Guaminí, Chascomús y localidades aledañas.

“Esos chalecos ya fueron reemplazados por otros”, apuntaron.

Protección clave

En los últimos tres años la Provincia compró 55 mil chalecos (incluidos 5.000 específicos para mujeres) con blindaje RB3, que protege de proyectiles calibre .44 y 9 milímetros de alta velocidad.

Los anteriores eran RB2, blindados para balas calibre .357 de alta velocidad y 9 milímetros de media velocidad.

Aunque un chaleco de hasta diez años puede detener un impacto de bala, es probable que el nivel de trauma no sea óptimo, explican los especialistas, por lo que su uso es riesgoso. Por eso recomiendan renovarlos cada 5 años, independientemente de que se haya usado, o no.

El reclamo por la calidad y cantidad de los chalecos no es una cuestión menor. En lo que va del año ya fueron asesinados nueve agentes de la policía Bonaerense y la tendencia apunta a sumar cada vez más inteligencia a esos dispositivos. En agosto pasado se entregaron a la Patrulla local de Vicente López 65 chalecos como los de la policía bonaerense, pero con un botón de pánico que emite una alarma al Centro de Monitoreo Urbano.