El desesperado reclamo del dueño de un vivero, que sufrió 50 escruches en cuatro años

Su comercio funciona en el Mercado Regional. 14 de los hechos sucedieron el último mes. Desconfía de la seguridad privada. Se muda

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“Antes cultivábamos flores, hasta que con el tema de las piedras, las lluvias y todo lo que pasó desde 2008, decidimos poner un vivero”, recuerda Américo Lopes - “con ‘s’”, aclara-, antes de explicar que ahora los castiga otro drama: “En cuatro años ya nos robaron 50 veces”.

Catorce de esos hechos ocurrieron en el último mes y dos en apenas dos días, siempre en ese puesto que abrieron en 2014 en 520 y 116, dentro del Mercado Regional de La Plata. El último episodio sucedió ayer a la madrugada.

“Siempre han sido escruches (robos en ausencia) y con la misma modalidad; nos rompen el tejido o el polietileno y entran, para llevarse todo lo que pueden”, explica Américo a este diario.

El hombre ya tomó la decisión de mudarse, para continuar con su comercio en otro sitio. Es que “acabo de cumplir 60 años”, reflexiona, “¿qué otra cosa voy a hacer?”.

En las últimas horas sustrajeron artículos que estaban en el mostrador y, en los episodios más recientes, decenas de cactus, sobre todo injertados y hasta uno espiralado de más de un metro, además de macetas y todo tipo de mercadería.

Días atrás este diario publicó uno de esos hechos ya que tuvo la particularidad de que entre los elementos que robaron destacaba una fuente que cuesta 14.000 pesos, pesa 500 kilos, es de cemento trabajado, mide 1,60 de alto, tiene un pie con tres leones y hasta dos angelitos de los que cae el agua.

“Me robaron una fuente de 500 kilos, con 3 leones en el pie y dos angelitos que tiran agua”

 

“Estamos re podridos”, resume Américo, aludiendo más a la impunidad con la que se manejan los ladrones que a las pérdidas que les causó la seguidilla. Es que el Mercado tiene seguridad privada, pero, considerando los hechos, “no sé si no son parte del problema”, desliza el dueño del vivero.

Es que para cargar la fuente debieron necesitar la fuerza de, por lo menos, tres personas, una camioneta y pasar desapercibidos ante un guardia que vigila los movimientos tras el cierre de las actividades.

Los damnificados aseguran que plantearon ya varias veces su reclamo ante los responsables del Mercado, sin soluciones. “Nos dijeron que iban a poner un tejido, una lámpara y otra serie de promesas”, pero “un vecino fue a avisarles hace poco que nos estaban robando y el vigilante ni se levantó de la silla”.

“PROHIBITIVO”

Decidido a encontrar alguna solución, Américo ya averiguó los costos de instalar cámaras de seguridad en su vivero. La conclusión a la que arribó: “Es prohibitivo -concluye- te sale entre 1.000 y 1.500 dólares colocar los aparatos y nada te garantiza que no te los roben también”.

El Mercado “tiene sus propias cámaras”, aporta, “pero nunca nos dieron las filmaciones”. El comerciante tampoco está satisfecho con el trabajo de la policía de la zona (la Sexta): “En un robo anterior dejaron un bolso lleno de macetas en las que debía haber huellas. Ni siquiera quisieron tomarme la denuncia”, refiere el comerciante, resuelto a mudarse a alguna localidad de la zona Norte.

“Acá ya me pelaron”, cierra Américo.

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