Los repartidores se organizan para llevar su reclamo a la Comuna

Edición Impresa

Mensajeros que trabajan con sus motos y bicicletas para empresas de envíos a través de aplicaciones de celular resolvieron solicitar este miércoles una reunión al intendente Julio Garro con la finalidad de exponerle la necesidad de intensificación del patrullaje policial y de controles de documentación a todos tipo de vehículos. Los “glovers” piensan que de esa forma se logrará amainar la ola de asaltos que viene sufriendo el sector que integra a unos 650 trabajadores de las compañías Glovo (unos 500), Pedidos Ya y Rappi.

“El miércoles vamos a llevar un petitorio a la Municipalidad, para el Intendente. Buscamos una respuesta inmediata. Su apoyo y de la Policía porque esto se está saliendo de control”, apuntó Emiliano, uno de los integrantes de un grupo conformado por repartidores de Glovo que, en casos también cubren otras para otras empresas del sector. Ayer se reunieron en 8 y 50 para tratar la problemática de la seguridad.

Lo que se salió de control, según esa mirada, es la escena de delitos, especialmente en los horarios de la noche, donde se concentra la mayor parte de los envíos de comida y bebidas.

Uno de los casos resonantes fue el que dejó en grave estado a Kevin Sanhueza, un estudiante de arquitectura neuquino, que fue baleado en el abdomen el viernes 16 mientras esperaba para entregar un kilo de helado en 16 entre 42 y 43.

El joven fue intervenido en los intestinos y el estómago, los órganos que dañó la bala calibre 22. Ayer, desde el Hospital San Martín se brindó un parte que informa sobre mejorías en su estado de salud tras diez días de internación.

“Ya tiene el alta de terapia intensiva para que pase a la sala de Cirugía. Irá a una sala común porque tuvo una evolución muy buena. Luego, allí lo seguirá Cirugía hasta el alta porque deberá tener una intervención más”, indicó Alberto Urban director del “Hospital San Martín”.

El ataque a Sanhueza activó una investigación judicial que tiene, hasta ahora, un detenido y un prófugo.

Los mensajeros reclaman por la realización de controles de documentación a todo tipo de vehículos. Sostienen que de esa forma se podrían prevenir ataques de motochorros que circulan en vehículos robados o fuera de regla.

Según contaron a este diario, como consecuencia de los robos violentos, con heridos de bala y cuchillo, algunos mensajeros eligen no trabajar en la banda horaria que va de 20 horas a 1 de la mañana.

El viernes por la noche, fue asaltado en 22 y 54 Diego Amarillo. Le pusieron un arma en el pecho y le quitaron la moto cuando volvía a su casa. Eran las 23 horas y cortaba más temprano por temor a robos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE