“Había una vez un Deadpool”: una versión light del antihéroe

Tras su exitoso paso en mayo por los cines de todo el mundo, convirtiéndose en uno de los filmes más exitosos de la temporada, “Deadpool 2” volverá este jueves a las salas locales aunque en una versión suavizada, es decir, sin la violencia, palabrotas y otras características políticamente incorrectas a las que la inimputable criatura de Marvel nos tiene acostumbrados.

Protagonizada por Ryan Reynolds, esta entrega, presentada como un reestreno navideño, lleva por título “Había una vez un Deadpool”, y presenta al antihéroe contándole al actor Fred Savage, quien le diera vida al niño de “La Princesa Prometida” algunas de sus aventuras, en un homenaje-parodia a esa película de 1987, en la que el abuelo le contaba historias a Fred.

Adaptada a la calificación por edades PG-13, se sabe que esta versión tendrá, de todos modos, el humor característico del bocón más popular en el mundo de los superhéroes, además de nuevas escenas rodadas especialmente para el film, y un montaje diferente al original.

El estreno de esta nueva entrega recién se conoció en septiembre y todo se desarrolló bajo un gran hermetismo. Recién semanas atrás se fueron conociendo detalles como, por ejemplo, que la idea de este filme, que busca llegar a un público mucho mayor, fue una idea del mismo Reynolds, según aseguraron los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick.

“Deadpool es un personaje de moral flexible que no quiere hacer el bien, sino que lo hace a regañadientes; no es virtuoso, no es Superman ni Capitán América. Pero eso le hace único, interesante, le quieres. Quieres a un tipo que mete la pata cuando lo que prima es ser perfecto y dar la versión mejorada de uno mismo”, había definido a esta simpática criatura Reynolds, en el marco del estreno de “Deadpool 2”.

Dirigida por David Leitch, responsable de “John Wick” (2014) y “Atómica” (2017), entre otras, “Deadpool 2” es la secuela de la primera, estrenada en 2016, que resultó ser también un éxito de público -recaudó más de 700 millones de euros- y de crítica, ya que fue la primera de superhéroes en ser nominada a los Globos de Oro.

“Deadpool habita un espacio que nadie más ocupa, es cómico, se dirige directamente al espectador y piensa como él, rompe la cuarta pared y otras muchas barreras, algo impensable en el universo Marvel y DC; creo que ellos cuentan la historia que quieren los fan y eso les limita. Por eso Deadpool es más real”, dijo, por su parte, Josh Brolin, quien en la película le da vida a “Cable”, el villano de turno.

Reynolds, también productor y guionista de la cinta, opinó que “cualquier cosa que tenga éxito en Hollywood se fotocopia hasta volverlo irreconocible”, pero Deadpool no ha dolido a “la gran máquina de Marvel” porque “llevan una década haciendo lo suyo y lo hacen mejor que nadie”.

La trama de “Había una vez un Deadpool”, entre las intervenciones del mismo Deadpool con Fred Savage, se enredará en la historia de “Deadpool 2”: la película comienza con el personaje reventado en trozos después de un intento de suicidio provocado por la muerte de su novia; su amigo X-Men “Coloso” recoge los pedazos y lo recompone, en un intento más de que el antihéroe se incorpore al grupo de los mutantes invencibles. Pero Deadpool es incapaz de seguir las normas.

La película es también un continuo disparate de bromas contra los X-Men.

“Lo mejor de la película es que todo es ofensivo. En estos tiempos de opresión en los que no se puede decir que piensas que algo está mal, que no se puede juzgar, lo bonito es reírse”, agregó Brolin y Reynolds cerró: “Yo nunca he encontrado un papel que me haya dado tanta libertad como este”.