Crece la polémica por la clausura de club tolosano por ruidos molestos
Edición Impresa | 3 de Diciembre de 2018 | 02:29

Sancionado con una clausura municipal por albergar actividades generadoras de “ruidos molestos”, el Círculo Cultural Tolosano volverá hoy a su actividad cotidiana con un “abrazo simbólico” de respaldo, en un clima enrarecido. Mientras los dirigentes de la entidad creen que las actuaciones comunales fueron “desalentadoras” y sus motivos “difíciles de comprender”, un grupo de vecinos que se considera damnificado por “la realización de fiestas y recitales” en la sede social de 115 bis entre 528 y 529 advierte que en el barrio se desató una especie de “caza de brujas”.
“Hay gente vinculada con el club que recorre cuadra por cuadra intentando identificar a los denunciantes y escracharlos” advirtió ayer una vecina que prefirió no revelar su nombre pero admitió que se presentó en la comisaría para pedir protección: “nos culpan por clausuras cuyos únicos responsables son ellos; todas las actas fueron labradas a altas horas de la madrugada, cuando ya no hay actividad de los nenes”.
“Nos insultan por la calle y en las redes sociales dejan que se fomente un clima de agresividad que no es bueno para nadie” señalaron los autoconvocados, quienes mediante una carta abierta aclararon que “las denuncias no fueron por los eventos de los niños, y la clausura fue efectuada porque el club incumple ampliamente con las medidas de seguridad y la normativa vigente”.
“Resulta absurdo tener que remarcar que no son los sonidos de las pelotas ni los gritos de los pibes los que nos preocupan” continúa el texto, “pero lo hacemos por las intenciones de confundir que se expresan desde el facebook oficial de la institución y algunas cuentas de integrantes de la CD. Los operativos se originaron por fiestas y recitales que se realizan todos los fines de semana y feriados superando ampliamente los umbrales de ruido tolerables”.
En este contexto, a las 18 de hoy se realizará un “abrazo simbólico” a la institución, convocado por su dirigencia a modo de desagravio y “para evitar que lo que nos tocó les pase a otros clubes”. Paola Aronovsky, presidenta del Círculo Cultural Tolosano y Biblioteca Popular Mariano Moreno, relató que “hicimos una fiesta interna del club, vinieron inspectores de la Municipalidad porque habrían llamado vecinos de la zona, y nos terminaron clausurando la sede. No entendemos cuál es la lógica de estos procedimientos, porque no estábamos haciendo nada prohibido”.
La titular de la entidad, que tiene más de 800 socios y 80 años de historia, destacó que “estas medidas desalientan a la gente que quiere hacer algo por la comunidad. No recaudamos fondos para fines privados, son actividades sociales que acompañan los cierres de ciclo de las distintas disciplinas, o festivales de patín, y si se vende algún bono es para sostener las actividades”.
RESPALDO
El CCT recibió el respaldo de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas, cuyo presidente Alberto Alba caracterizó los controles municipales como “exagerados; por momento parecen incluso persecutorios contra los clubes que están haciendo una obra de enorme relevancia social”.
En Control Ciudadano municipal fueron tajantes: “conocemos y destacamos la obra que hacen los clubes en beneficio de la población, pero hay requisitos que se deben cumplir”. Roberto Di Grazia, titular de la repartición, aclaró que “los controles son para garantizar que todo emprendimiento respete las condiciones que corresponden”.
Para los autoconvocados, “las referencias a los niños y jóvenes no son otra cosa que la extorsión moral con la que los dirigentes quieren encubrir su desprecio por quienes vivimos en torno a la institución, y por los criterios mínimos de convivencia. La propia presidenta manifestó su absoluto desinterés en escuchar nuestras solicitudes”.
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