Armas, mecheras, pirañas, patotas y hasta sospechas de extorsión en una zona en jaque

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Hace un mes, a 200 metros del kiosco asaltado el miércoles por la noche, una joyería de 47 casi 7 fue desvalijada a media mañana. A punta de pistola, dos ladrones se llevaron tres mochilas repletas de mercadería. En los días siguientes, las armas volvieron a aparecer en un restorán, una agencia de cambio y una tienda. Ni siquiera el verano, con su lógica caída de movimiento trajo alivio al centro de la Ciudad, cuyos comerciantes y vecinos viven en estado de alerta por una interminable sucesión de robos y destrozos. A todo eso, en las últimas semanas se sumó un caso emblemático para la evaluación del escenario que se describe. Una investigación policial y judicial expuso una trama en la que empezó a investigarse un caso de extorsión con sello de la mafia: plata a cambio de protección. En el marco de esa causa fueron detenidos un preso con salidas laborales y el ex barrabrava de Estudiante, Omar el “Hache” Alonso.

El cuadro que refleja la información policial y el testimonio de los comerciantes, suma las modalidades de robo “piraña”, incursiones exprés de jóvenes y menores que entran, roban mercadería huyen velozmente. La práctica, varió peligrosamente en las últimas semanas, con la aparición de palos y en casos armas.

En el Centro también están atentos a las “mecheras”, que practican el clásico robo de mercadería con el objetivo de no ser vistas. En todos los casos, se reclama el mismo remedio: vigilancia policial permanente.

 

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