En bancarrota: Johnny Depp sale de gira con su superbanda para llegar a fin de mes

“No soy un abogado, no soy contador, no estoy calificado para ayudar a mi hijo de 15 años con su tarea de matemáticas. Siempre confié en la gente a mi alrededor”, le decía un azorado Johnny Depp al abogado Adam Waldman, cuando el año pasado se reunió con el letrado de las estrellas y Ed White para comprender cómo es que estaba en la ruina. El actor que alguna vez cobró 20 millones por película y que fue considerado hasta el último lustro como uno de los más rentables de la taquilla, se encontraba en apremios económicos severos a pesar de haber ganado 650 millones de dólares durante su tiempo con la firma TGM, a la que Depp terminó responsabilizando.

Pero la firma creada por Joel y Robert Mandel dice otra cosa: ellos afirman que no hubo, como los acusan por un monto de 25 millones de dólares, malversación, sino un estilo de vida “egoísta e irresponsable”: según el documento que presentaron en la corte como defensa en la demanda que enfrentan Depp “quemó” su fortuna a un ritmo mucho mayor que sus ricos salarios, una verdadera proeza.

El listado de TGM dice que los gastos de Depp incluyen 200 mil dólares en vuelos privados de avión, millones en arte y guitarras, más de 75 millones de dólares en la compra y mantenimiento de 14 mansiones, que el actor se niega a vender, una colección de 45 autos deportivos, y, por supuesto, los 5 millones que gastó para realizar un memorial para el periodista y escritor Hunther Thompson, que interpretó en la película “Pánico y locura en las Vegas”: Depp pagó esa suma para disparar sus cenizas de un cañón. El gasto mes a mes en seguridad ascendía a 150 mil dólares, y gastaba cientos de miles de dólares en vinos. Por supuesto, su escandaloso divorcio de Amber Heard también le dejó un agujero, del tamaño de 7 millones de dólares, en el bolsillo.

Pero su más legendario gasto fue en una cadena de islas: Johnny decidió comprar una cadena de islas en las Bahamas. Las islitas le habrían costado entre 3 y 5 millones de dólares, una verdadera ganga según sostienen incluso sus nuevos y más conservadores representantes; pero una vez que tenía la isla, Depp pensó necesario tener un yate, que pagó 8 millones de dólares: operarlo costaba entre 300 y 400 mil dólares al mes.

Todo andaba bien hasta que Depp comenzó a pedir préstamos para pagar estos elevados gastos mensuales y a asegurar esos préstamos con sus sueldos: para colmo, la industria del cine cambió y mientras el “star system” y las películas “medianas” desaparecían, Depp comenzó a pedir cada vez menos dinero. Y a ser parte de propuestas de bajo nivel para cobrar un sueldo: su estatus como figura el cine bajó a medida que se volvió menos taquillero como consecuencia. Cuando en 2013 vendieron el yate, dicen en TGM, ya era demasiado tarde, y Johnny seguía gastando en vino y joyas como si nada hubiera cambiado.

La disputa entre TGM y Depp continúa: el actor reclama 25 millones de dólares, y los Mandel, solo 560.000, por daños y perjuicios. Intentado ganar algunos dólares entre tantas deudas y disputas legales, Depp sacará este año de gira a su superbanda, los Hollywood Vampires, que integran Alice Cooper y el guitarrista de Aerosmith Joe Perry, para presentar su segundo disco de canciones propias y covers emblemáticos. ¿Lo ayudará a salir de la bancarrota?