Sin respiro para los bomberos por los incendios forestales: en la Reserva, guardia permanente

Unos 70 bomberos, comandados por el cuartel de Voluntarios de Ensenada, se mantienen en guardia por los incendios forestales que afectan parte de Punta Lara, Ensenada. Ayer, encima, se presentó otro foco ígneo, ya en jurisdicción de Berazategui y sin ninguna vinculación con el frente de fuego que los rescatistas vienen combatiendo desde hace unos días. Por fortuna, los efectivos pudieron controlarlo con rapidez. En tanto, la situación en la reserva natural “está contenida”, con sectores que por ahora no dejan de arder, en brasas, pero sin llamas que tiendan a avanzar.

La zona cercana a la selva marginal que linda con el Río de la Plata no es la única que se prende fuego por estos días. También ayer los Bomberos Voluntarios de El Peligro tuvieron que salir a cubrir tres emergencias: se quemaron dos fracciones rurales de magnitud, una en 425 entre 224 y 217, donde los efectivos lograron poner a salvo al ganado e invernáculos, y la otra en 420 y ruta 2, donde ardieron varios pinos. Otro incendio que mereció la labor de los rescatistas fue el que afectó pastizales sobre la banquina de ruta 2 a la altura del km 47.

Asimismo, los Bomberos del cuartel de San Carlos tuvieron que trabajar en 155 y 528 por otro siniestro en un campo.

En la reserva natural

El incendio que afecta Punta Lara no termina de ceder porque los rayos de sol pegan de lleno y sin respiro sobre los pajonales, la tierra está recalentada y hay brasas en las raíces que por momentos, según la fuerza y la dirección de los vientos, se reavivan.

“La buena noticia -destacó el jefe del Cuartel de Ensenada, Leonardo Curciarello- es que lo que se quema está dentro del perímetro afectado desde un principio; no hay focos nuevos”.

El incendio de pastos tomó unas 1.000 hectáreas de la Región (entre sectores de Ensenada y Berazategui), concretamente los descampados situados entre la ruta 19, el camino “Negro” y el canal Pereyra.

Trabajan en el combate del siniestro, además de efectivos de Ensenada, bomberos voluntarios de Berisso, Defensa Civil de Quilmes y la Municipalidad de Berazategui.

Como la mayor parte de los sectores afectados son inaccesibles para los vehículos los efectivos se mantienen en la zona y no bien detectan algún nuevo foco se acercan al lugar con sus mochilas hidrantes.

Curciarello insistió: “sólo una buena lluvia terminaría apagando todo el incendio”. Y el fenómeno climático, está previsto, según el Servicio Meteorológico Nacional -SMN-, para mañana a la noche.