Testigos juegan un rol clave en el juicio contra “Los Monos”

Algunos complicaron a “Monchi” Cantero en el homicidio de una chica de 14 años. Y muchos no se presentan por miedo

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Testigos complicaron ayer la situación judicial de “Monchi Cantero”, uno de los líderes de la banda narcocriminal “Los Monos”, quien está acusado de ordenar balear “a mansalva” en 2013 una casa en cuyo interior estaba una adolescente de 14 años que murió al ser alcanzada por uno de los proyectiles.

En la segunda jornada del juicio oral a la banda rosarina, ayer se ventiló uno de los 4 crímenes que se le atribuyen en calidad de “instigador” a Ramón Ezequiel Machuca (35), alias “Monchi Cantero”.

Cuatro policías que declararon ante los jueces Ismael Manfrín, María Isabel Mas Varela y Marisol Usandizaga coincidieron en que la vivienda que fue atacada a balazos el 15 de mayo de 2013 presentaba “múltiples impactos de bala”, como lo había ordenado “Monchi Cantero” según una escucha telefónica.

La estrategia del fiscal Gonzalo Fernández Bussy fue demostrar que esa vivienda, ubicada en Conscripto Bernardi 6364, tenía un amplio ventanal por donde ingresó uno de los proyectiles que impactaron en el pecho de Lourdes Cantero, quien murió cuando era traslada al hospital y no tenía relación familiar con los Cantero de “Los Monos”.

Uno de los testimonios clave fue el del comisario Rubén Salellas, jefe de la subcomisaría 20 que estuvo a cargo de la investigación y uno de los primeros que llegó a la escena del crimen esa noche.

Mientras en las calles de Rosario recrudece la violencia por los enfrentamientos entre bandas narcos y los cabecillas y laderos de Los Monos se sientan en el banquillo de los acusados, el desafío más grande para el juicio oral es la ausencia de muchos testigos por temor a represalias.

La carga probatoria se construyó, en parte, por las declaraciones que los fiscales recogieron durante la etapa de instrucción de la causa. Sin embargo, varios de los testigos citados en el reinicio del juicio no se presentaron por el temor de tener que enfrentar a los acusados cara a cara y hubo que suspender una audiencia precisamente por eso. El tribunal ordenó el uso de la fuerza pública para buscar a los testigos que no se presentaron, pero ninguno pudo ser ubicado.

 

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