Macri dijo el qué, pero no el cómo

Por Mariano Spezzapria, desde el Congreso nacional

El discurso del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa se extendió 40 minutos exactos. Ni uno más, ni uno menos. Una pieza de relojería respecto de lo que había ensayado ayer en la quinta de Olivos. Y tal como adelantó EL DIA, abordó principalmente temas económicos, sociales y de seguridad pública. Pero no profundizó al explicar cómo se derrotará a la inflación.

Ese fue, tal vez, el aspecto que más dudas generó entre los diputados y senadores presentes en el recinto de la Cámara baja, pese a que los oficialistas aplaudieron el discurso presidencial y los opositores lo hicieron en contadas ocasiones. Incluso algunos de ellos no lo hicieron nunca, ni cuando Macri ingresó al hemiciclo. En la vereda opuesta, otros terminaron gritando "sí, se puede".

En el plano económico, el que exigía definiciones que brindaran certezas, el Presidente dejó un par de frases contundentes, como cuando aseguró que "lo peor ya pasó" y tomó distancia de los que "piden un shock de ajuste" o que "nada cambie". Macri enlazó los problemas: "Tenemos metas de inflación y de déficit fiscal. Y como las vamos a cumplir, vamos a dejar de endeudarnos", enfatizó.

Pero el mandatario no dijo una palabra sobre el contexto internacional, ahora menos favorable a la toma de créditos en el exterior para financiar al Estado, ni tampoco mencionó la histórica problemática del dólar o la clásica carrera entre precios y salarios. Eso sí: provocó un murmullo entre los diputados opositores cuando dijo que en 2017 "los salarios le ganaron a la inflación".

En el terreno social, sostuvo que veía con agrado la apertura de un debate sobre la legalización del aborto en el Congreso, pero reafirmó su postura en "favor de la vida". También empatizó con las mujeres cuando afirmó que el valor de los salarios no debe tener discriminación de género. Y anticipó un proyecto que enviará al Congreso para extender las licencias por paternidad.

Así, el Gobierno fragmentará la discusión en torno a la reforma laboral, que se anticipaba tan ríspida como la previsional, incluyendo también un blanqueo para trabajadores informales. Con todo, en medio de un discurso moderado, hubo sólo dos dardos presidenciales: uno de ellos fue cuando habló de la "extorsión y el patoterismo" con el que pareció aludir a sectores sindicales.

El segundo fue cuando advirtió: "no podemos acordarnos de la educación solamente cuando hay paritarias". El Presidente también hizo una reivindicación de las fuerzas de seguridad –"se juegan la vida y merecen todo nuestro respeto y admiración", dijo- y cerró el discurso con otra referencia a la economía: "Es como construir un edificio, en el pozo no se ve lo que estamos haciendo".

Macri completó la metáfora: "Los cimientos y las bases están firmes", garantizó. Sin embargo, ése fue justamente el punto que más abierto dejó el mandatario, porque en su mensaje a la Asamblea Legislativa habló del qué –inflación, desempleo, pobreza, inversiones, deuda externa- pero no explicó el cómo. Esto es, un detalle del plan del Gobierno en la más dificultosa de las áreas.

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