Alicia Noemí Calcagno
Edición Impresa | 10 de Marzo de 2018 | 03:16

Odontóloga especializada en periodoncia y reconocida por su profesionalismo y calidez en la atención; docente apasionada a la hora de enseñar; colega generosa; y madre que por su calidad humana le deja a sus hijos el mejor de los legados; falleció, a los 64 años, Alicia Calcagno de O´Higgins. Dueña de un espíritu pujante y de una fortaleza excepcional, quienes tuvieron la dicha de conocerla extrañarán la impronta de su personalidad.
Hija de Luis María Calcagno y de Elba Feroldi, Alicia Noemí nació el 23 de abril de 1953 en Chacabuco. Creció junto a su hermano menor, Carlos.
Como es frecuente con los vecinos de ciudades del país donde no cuentan con Universidad, Alicia llegó a La Plata en 1974, después de terminar el secundario, para seguir una carrera superior. Ingresó a la facultad de Odontología de la UNLP y se recibió. Enseguida comenzó a atender en consultorio.
Fue en los años 90 cuando sintió la necesidad de volcar sus conocimientos en la formación de las generaciones más jóvenes y se involucró en el proyecto académico de la cátedra de Periodoncia, primero en la facultad estatal y luego en la de la UCALP con convenio con la Sociedad Odontológica de La Plata.
Se casó con Armando O´Higgins y fundó con él un hogar que años más tarde completaron sus dos orgullos: María Eugenia e Ignacio. Su labor de madre también fue destacada, pues supo ser una guía que acompañó cada paso de sus hijos inculcándoles libertad y autonomía.
De carácter alegre y jovial, siempre estaba dispuesta a los encuentros con amigos. Excelente cocinera y caracterizada anfitriona, disfrutaba como nadie cada oportunidad de recibir gente en su casa y agasajarla con las exquisiteces que preparaba.
Justamente por su forma de ser, tan afable, era muy fácil relacionarse con ella y esa particularidad hizo que cosechara amistades en todos los espacios de los que participó a lo largo de su vida. Amante de las plantas, en los últimos años, por caso, se dedicó a asistir a cursos de jardinería y paisajismo y de en ese círculo también estableció sólidas relaciones.
Viajera incansable, conoció junto a Armando los sitios turísticos más visitados del país, como así también varias ciudades del extranjero. Luego de enviudar mantuvo el interés en distintos itinerarios, en esos casos los disfrutó con grupos de amigas.
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