Por la sequía, el campo pidió a la Provincia dar marcha atrás con la suba impositiva

Reclamó además otras medidas urgentes. Convocarán a la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario

Edición Impresa

La mesa agropecuaria bonaerense reclamó ayer a la gobernadora, María Eugenia Vidal, que tome “medidas de excepción” para socorrer a los productores afectados por la agobiante sequía que afecta a los campos del interior de la Provincia. En tanto, desde el gobierno anunciaron que la próxima semana convocarán a la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario, al tiempo que analizan modificar la ley que atiende a esta problemática.

Integrada por CRA, Carbap, Federación Agraria, Coninagro y la Sociedad Rural, la mesa agropecuaria se reunió ayer para reclamar al gobierno bonaerense, entre los puntos principales, que dé marcha atrás con el aumento del 50 y 60 por ciento del Inmobiliario Rural sancionado por la Legislatura el año pasado.

Además, pidieron convocar a la Cedaba para que solicite también al gobierno nacional “medidas excepcionales”, porque “los exiguos beneficios de la ley de emergencia agropecuaria no alcanzan a cubrir las cuantiosas pérdidas” sufridas por la situación climática.

El pronunciamiento del bloque fue dado a conocer en el marco de Expoagro, casi en simultáneo con el anuncio del gobierno de Vidal sobre la convocatoria a una reunión a fin de mes de la Cedaba.

REFORMA A LA LEY

El ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís, confirmó ayer que la semana próxima pondrá fecha a la reunión de esa comisión y que, además su cartera trabaja en la reforma de la actual ley de emergencia agropecuaria. Según pudo saber EL DÍA de fuentes cercanas al funcionario, el área de Agroindustria viene manteniendo reuniones con el ministerio de Economía, la Agencia de Recaudación (ARBA) y legisladores provinciales con el objetivo de trabajar en una norma actualizada que atienda y se adapte a la nueva y extrema realidad climática ya asentada desde hace una década en la Provincia.

Distintas estimaciones privadas han calculado que por la falta de lluvias en los últimos meses la cosecha argentina se reducirá en unas 20 millones de toneladas de soja y maíz, y que dicha pérdida no será compensada por la suba de los precios.

En general, las estimaciones más conservadoras indican que unos US$ 2.800 dejarán de ingresar este año a los bolsillos de los productores, y que “de continuar la situación climática la cosecha gruesa bajaría de 40 millones a 30 millones de toneladas”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE