Delfina Chaves: “Siempre supe que quería ser actriz”

Tras estudiar en el exterior y trabajar en Telefé y DirecTV, la hermana de Paula despega como actriz en la serie de Netflix. “Un actor es casi un héroe, aunque esté incómodo va a grabar, se pone frente a la cámara y se desnuda”, dice en diálogo con EL DIA

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Es la hermana de Paula Chaves, trabaja desde joven como modelo y suma casi medio millón de seguidores en Instagram, la gran vidriera hoy para las marcas. Pero Delfina, la joven oriunda de Lobos de 22 años, tiene otra idea para su vida: en el mundo del modelaje, dice, solo hizo trabajitos que le quedaban cómodos, y que le servían de trampolín económico para forjar su camino en su verdadera pasión, la actuación.

Un camino que llevó a Delfi a viajar a Nueva York, para formarse en la Film Academy de la Gran Manzana, mientras realizaba sus primeros pasos en la televisión. “Siempre supe que quería ser actriz, pero quizás no me daba cuenta”, afirma la morocha en diálogo con EL DIA. “Yo miraba mucho cine, el cine siempre me atrajo. Puedo estar todo el día en casa sin salir, viendo películas. Y a los quince años me pasó que tuve algunas experiencias muy chicas en el colegio, haciendo obras, y me di cuenta que me gustaba”.

“Y también”, agrega, “me di la oportunidad a mi, de que yo era capaz de ser actriz: es muy difícil sentir que uno puede ser actor, que se merece este lugar, intimida un montón. Genera inseguridad. ¿Yo me merezco esto? ¿Soy suficiente actriz para estar en esta serie? Y esta pregunta te la vas a hacer toda la vida, pero... tenés que grabar igual. Eso es lo que hace el actor: es casi un héroe, por más que genere incomodidad va a grabar, se pone frente a una cámara y se desnuda”.

Así, lanzada, los pasos de Chaves nunca fueron chiquitos: ya trabajó, por ejemplo, en “ADDA”, “La Leona” y “La casa del mar”, y tras sorprender en las pantallas de Telefé y DirecTV, ahora llega a todo el mundo gracias a “Edha”, la primera ficción argentina producida por Netflix, donde interpreta a la hija de la protagonista que da nombre a la serie.

Estrenada el viernes, la serie de 10 episodios tiene lugar en un mundo conocido para Delfina: el del modelaje, retratado, como es moda hoy en la TV y el cine de manera sórdida y sangrienta.

Se trata, claro, de una ficción, aunque Chaves reconoce que “es un mundo muy hostil donde hay muchas exigencias. Si querés llegar muy lejos hay cosas que vas a tener que hacer. Hay chicas que se tienen que drogar para poder adelgazar... Pfff... los valores de una persona se ponen en tela de juicio, el límite se corre para todos lados. Es muy duro”.

El glamour, la belleza y el arte son lo que se ve, pero por detrás hay un mundo de ambiciones, traiciones y sacrificios embarrados que son la delicia de los narradores audiovisuales hoy (desde “The Neon Demon” hasta la serie sobre el asesinato de Gianni Versace) y uno de los motivos por los que, reconoce Chaves, “con el modelaje no llegué lejos, hice cosas que me quedaran cómodas”. Revela, por ejemplo, haber aprovechado una oferta durante su estadía en Estados Unidos “para conseguir una visa de trabajo”. “Pero cuando te dicen que tenés que bajar ocho kilos... yo no estoy dispuesta a hacerlo para algo que no me apasiona. Si el día de mañana me dicen que para un personaje tengo que hacer de una chica que está dos meses en el desierto, o una chica anoréxica, lo hago. Pero por algo que no me da el calor, la pasión que me da la actuación... no estuve dispuesta a hacerlo. Pero que te lo piden, te lo piden”.

EN ASCENSO

Para Delfina, “Edha” representa la mayor oportunidad en su ascendente carrera, y admite que al principio no tomó dimensión del proyecto en el que se embarcaba. “Caí muy tarde en la cuenta de lo que era el proyecto: me llegó el casting y yo estaba con la cabeza en otro lado, me estaba mudando, estaba con la cabeza en otro lado, y me llegó la propuesta para el papel, ni siquiera para una serie de Burman o de Netflix”, revela. “Cuando me enteré de que dimensión tenía, me di cuenta que era lo que estaba buscando, algo de esta calidad: estas producciones no se dan tan seguido en Argentina, y menos para chicas que acabamos de arrancar”.

Se trata, además, de un papel complejo: la actriz fue desde un inicio capaz de distanciarse de la figura de “actriz teen” para embarcarse en proyectos dramáticos, pero en “Edha” enfrenta el desafío de ponerse en la piel de un personaje complejo y que generará gran polémica por su romance con un hombre casado.

“Son muchos los puntos que toca ese romance, y son como fichas de dominó: si cae una de estas fichas, cae todo, porque hay mucha gente alrededor que vive de su imagen. Si se expone esa historia que todos tratan de ocultar, se cae todo”, revela Delfina, para quien el fuerte de la serie está “más allá de las historias: los personajes son muy interesantes, la batalla interior que atraviesan, los caminos que toman o no toman, lo que se rompe por cada decisión. El espectador se va a sentir identificado. Y se va a sentir incomodado, porque hay cosas que no se quieren ver y la serie las muestra igual, y muy crudas. Y con mi personaje te van a dar ganas hasta de cambiar de canal... pero también de seguir viendo. Y eso es interesante, el actor tiene que causar algo, más allá de contar una historia”.

Chaves confiesa que pensó que interpretar un personaje tan jugado en una pantalla tan popular “me puede salir o muy bien o muy mal”, porque “cuando un actor se juega por algo muy grande, la exposición a la que es sometida puede ser muy buena o muy mala”.

Pero, repitiendo lo que parece ser su filosofía de vida, explica que “uno tiene que tirarse a la pileta. Fui a muchos días de rodaje muy nerviosa, con esa cosa en la panza, diciendo ‘¿y hoy?’. Pero es el trabajo del actor, ir igual, hacerlo igual”.

“Cuando me enteré de qué dimensión tenía “Edha”, era lo que estaba buscando”

“Los personajes de la serie son interesantes, la batalla interior que atraviesan, los caminos que toman”

 

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