El resurgir de las cenizas y apuntar cada vez más alto
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2018 | 05:05

“Hoy el club está a pleno, cada vez mejor, con muchas actividades culturales y deportivas y con movimiento permanente”. El que lo dice es nada menos que Oscar “Cacho” Silvestrelli, un dirigente barrial histórico y referente del barrio de 69 y 5. Es el actual presidente del Centro Social, Cultural y Deportivo Aconcagua, y cuando se le pregunta cómo estaba la institución en el año 2007, cuando tomó las riendas y junto a otros vecinos lo salvaron del cierre, no duda en realizar una comparación cinematográfica: “Aconcagua estaba en ruinas, era como ‘Luna de Avellaneda’”, dice, y lanza una sinopsis improvisada de la película argentina que repasa la historia de un emblemático club de barrio, que en el pasado atravesó una época de esplendor y de pronto cayó en una profunda crisis que puso en peligro su existencia.
El guión, claro, tiene muchos puntos en común con parte de la historia de Aconcagua. Es que en 2007, malherido por flaquezas institucionales y apuros económicos, el club era apenas una sombra de lo que solía ser. Casi sin mobiliario, saqueada su biblioteca y despojado de actividades, el edificio de 69 entre 4 y 5 sólo albergaba fantasmas de los tiempos dorados. Estaba, en palabras de sus socios, “para el remate”. Pero Silvestrelli creyó que no todo estaba perdido en la institución que su propio padre había ayudado a fundar en 1944, y junto a un grupo de vecinos que tenían el mismo convencimiento, puso manos a la obra para sacar a flote a la institución.
No fue nada fácil. Por un tiempo, incluso, algunos socios tuvieron que poner plata de su bolsillo para las arcas del club, pese a que consiguieron un subsidio. Al final pagaron las deudas, recompusieron las instalaciones y lo pusieron en pie.
“Hoy Aconcagua está funcionando a pleno”, resalta Silvestrelli, orgulloso de la transformación que lograron a puro pulmón, con horas y horas de trabajo desinteresado. La sede de 69 entre 4 y 5 cuenta en la actualidad con 1.500 metros cuadrados cubiertos, pero quieren ampliarla con una planta alta y conseguir así más espacio para las diversas disciplinas que hoy se desarrollan.
¿Qué actividades se realizan hoy en el club? Muchas. Hay culturales, sociales y deportivas: escuela de fútbol, gimnasio, basquet, ajedrez, iniciación deportiva, vóley, taekwondo, acrobacia aérea y circo, taller de arte, grupo de la tercera edad, gimnasia aeróbica y localizada, taller de italiano, baile, comedia musical para niños, talleres de estimulación de memoria y cenas culturales.
Hace poco se realizaron en la sede tareas de reacondicionamiento, pintura, arreglo de mobiliario: “Aconcagua se está poniendo más lindo para recibir a todos en este 2018”, dijeron los encargados de estos trabajos.
UNA BIBLIOTECA EJEMPLO
El corazón de la vida institucional es la Biblioteca Juan Vucetich, que cuenta con más de 12 mil volúmenes, muchos de ellos donados por el cardiocirujano René Favaloro. “La mayoría de los libros son nuevos. La biblioteca había llegado a tener 10 mil ejemplares, pero cuando asumimos, en 2007, quedaba la décima parte. Hubo que volver a comprar casi todo”, dijo Silvestrelli. Hoy además, existe una atractiva propuesta cultural de Aconcagua. Pues en su página de Facebook el club invita a la gente a sumarse a “Libros libres”, se trata de una mesa que se instala en la puerta de la entidad de donde las personas pueden llevarse el libro que quiera para leer pero con la sencilla condición de una vez leído, dejarlo en algún lugar donde alguien pueda tomarlo también y disfrutarlo”
“El club tiene una identidad muy orientada al vecino y la familia”, resaltan sus referentes, y explican que como la cuota social tiene un costo casi simbólico, el club recurre al alquiler de espacios y subsidios para mantener las cuentas al día.
LLENO DE HISTORIA
El club Aconcagua fue fundado el 31 de julio de 1944. Nació en 69 N°437, en casa de la familia Scianda, y luego se mudó al lote que ocupa su actual sede, en 69 N°480 entre 4 y 5.
En su época de esplendor -durante los años ‘50 del siglo pasado-, tuvo más de 2 mil socios activos; hubo entre ellos campeones de bochas, destacados equipos de básquet y de fútbol infantil.
Año de fundación: 1944
Actual presidente: Oscar “Cacho” Silvestrelli
Nota destacada: El club pudo resurgir de las cenizas en el año 2007
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