La guerra de las reinas de belleza

Edición Impresa

Caracas

La belleza no lo es todo. El refrán parece inspirar una cruzada moral emprendida por el concurso Miss Venezuela, salpicado por acusaciones de corrupción y favores sexuales entre exconcursantes.

Motivo de orgullo en este país considerado una fábrica de reinas, el certamen quedó en la picota por denuncias e insultos que mostraron la peor cara de quienes antaño derrochaban simpatía.

El escándalo estalló a principios de marzo tras la difusión de imágenes de la exmiss Zoraya Villarreal en actos con una fundación del empresario Diego Salazar, detenido por un caso de corrupción que involucra a su primo Rafael Ramírez, otrora poderoso jefe de la petrolera estatal PDVSA.

La publicación desató un cruce de insultos en redes sociales entre una decena de exmisses y animadoras de televisión, entre ellas Annarella Bono, quien defendió a Villarreal.

Bono insinuó que otras exparticipantes estarían involucradas en corrupción y favores sexuales.

Los agravios fueron de grueso calibre: “zorras”, “prostitutas” y “enchufadas”, este último reservado a quienes se benefician supuestamente de la corrupción en el gobierno.

“Todas son unas zorras y aquí todo el mundo las alaba. La arrechera (rabia) que me da es que las únicas enchufadas somos nosotras”, ironizó Bono, exesposa de un militar de alto rango, quien llegó a mencionar a varias de ellas.

En otros mensajes, la exaspirante Hannelly Quintero acusó de participar en “guisos” (negocios ilegales) a otra de ellas, Stefanía Fernández, Miss Venezuela 2008 y ganadora del Miss Universo en 2009.

“Repartían alegría a los más necesitados y a ellas les llenaban la cuenta de dólares”, afirmó sobre las actividades de la fundación de Salazar. En medio de la batalla, Bono salió del canal donde trabajaba.

Una experimentada modelo que ha participado en varios concursos de belleza declaró bajo anonimato que las propuestas indecorosas a las misses están a la orden del día.

“Hay mucha prostitución. Yo recibí propuestas de ese tipo, pero nunca acepté porque tengo principios. Se aprovechan de niñas humildes que llegan del interior”, cuenta. (AFP)

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE