El sueño del pibe: un platense tocó la batería con The Killers ante 100 mil personas

Un cartel catapultó a Agustín Benavides al escenario, donde interpretó una canción junto a la mítica banda estadounidense. “Se me dio”, relató con emoción en diálogo con EL DÍA

Edición Impresa

Bárbara Dibene - bdibene@eldia.com

El sábado por la mañana, a horas de que comience el segundo día del masivo festival de música Lollapalooza, Agustín Benavides se despertó nervioso. Su sueño, según dice, se estaba por cumplir: iba a tocar con su banda preferida, The Killers, conformada por el vocalista y tecladista Brandon Flowers, el bajista Mark Stoermer y el guitarrista Dave Keuning.

“Simplemente lo supe y me preparé. Hice un cartel con mi novia para pedir subir al escenario y me aprendí varias canciones”, relata a EL DÍA el joven platense de 32 años, que vive en el barrio de Los Hornos y es fanático de Estudiantes, aún sin salir de su asombro. Y no faltan razones.

El Hipódromo de San Isidro desbordaba de gente cuando en medio de su show, Ted Sablay -el guitarrista que en la gira latinoamericana reemplaza a Dave Keuning- y Flowers vieron el cartel de Agustín que decía “Tengo un sueño: tocar la batería con ustedes” y lo invitaron a subir. Pero mientras las cuerdas marcaban el pulso de “For Reasons Unknown”, un “farsante” se adelantó y tomó su lugar, aunque rápidamente se notó que no tenía dotes para tocar.

“Fue tremendo. Por suerte la gente a mi alrededor vio que en realidad era yo el del cartel y empezaron a gritar. Entonces la banda se dio cuenta, bajaron al otro chico y me hicieron subir”, recuerda Agustín, que se encontró entonces -más allá del traspié- cumpliendo su sueño.

El baterista Ronnie Vannucci Jr. le cedió su banqueta y comenzó la magia. “Ahí me siento, miro la batería y después levanto la cabeza. Fue emocionante. Las filas de personas no terminaban más”. Quienes hasta hace un momento habían sido compañeros espectadores, ahora lo alentaban. Eran alrededor de 100 mil personas.

Con determinación, el joven músico hizo sonar el bombo y los platillos al ritmo de “For Reasons Unknown”: “Fue alucinante. Tuve que concentrarme, estar atento a lo que me marcaban y a la vez disfrutar la interacción con el cantante y la energía del público, que al final gritó ‘Argentina, Argentina’”.

El amor por la música

Agustín tiene un estudio de grabación en la Ciudad donde produce bandas de todos los géneros, y a la vez participa con la batería hace siete años de Feedback, una banda de rock que comparte con Damián Lanciotti (guitarra), Ariel Bruno (teclados) y Fernando Gambaleri (bajo y voz).

Su papá, fanático del rock fue quien le inculcó el amor por la música. “De chico hubo una batería en casa y empecé a tocar, después estudié para hacerlo mejor y comencé a estar en bandas”. Una curiosidad fue que participó como músico en 2013 de una obra de teatro de revista de Ricardo Fort, “tocábamos ahí géneros diversos como el tango o boleros, y después nos íbamos a bares de La Plata a rockear con temas propios y covers”.

The Killers llegó a su vida cuando tenía 20 años y desde entonces los siguió a todos lados. Su primer viaje al exterior, de hecho, fue a Londres para verlos tocar en el mítico Estadio de Wembley, en el que hizo amistad con un grupo de ingleses que reconocieron su camiseta de Estudiantes y le dijeron, conquistándolo, “Argentina, Verón, La Plata, Campeón del ‘68”. El fanatismo lo llevó más tarde a Milán a ver Brandon Flowers, que hacía un show como solista. Se sacaron una foto pero cuando Agustín la vio no podía creerlo, había salido completamente desenfocada.

“Esta es la revancha. Fui al Lollapalooza con mi amigo que me acompañó a esos viajes y me ayudó a llegar hasta lo más cerca del escenario para que vean mi cartel. Después, cuando todo terminó, estuve dos horas saludando a los que me felicitaban, fue increíble”, cuenta Agustín.

El mayor sueño

Varias horas pasaron del sábado, pero su voz todavía contiene la gran emoción y sorpresa de lo que le pasó. Recuerda encontrarse con su amigo en el estacionamiento del Hipódromo, llegar a su casa, intentar dormirse -sólo lo consiguió por tres horas- y levantarse con todas las repercusiones. “Hubo mucha buena onda e intento contestar a todos los que me escriben. Y pienso que si otro hubiera subido, yo habría sentido lo mismo, porque cuando sube uno lo sentimos todos”.

Agustín atesora ahora las decenas de imágenes y videos que los fanáticos subieron a las redes sociales y sigue saboreando el éxito que lo puso en escena. “Para mí no había sueño más grande que éste, tocar con The Killers, y además de desearlo hice todo para cumplirlo. Se me dio”.

“Ahí me siento, miro la batería y después levanto la cabeza. Fue emocionante. Las filas de personas no terminaban más”

Agustín Benavides

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE