La increíble historia del ex agente que acusa a Hezbollah de organizar el ataque a la AMIA
| 27 de Marzo de 2018 | 11:33

La historia de Ibrahim Yassin parece de película, pero es crudamente real. Fue torturado, vio como mataban a su pequeño hijo prendiéndolo fuego y colaboró durante más de 15 años para Israel desde el Líbano. Ahora, convertido al judaísmo, cuenta su historia y no duda en asegurar que Imad Mughniyah, jefe de la organización Hezbollah, fue quien planificó el atentado terrorista contra la AMIA, en 1994.
En una charla con periodistas argentinos, Yassin recuerda que en 1970, cuando apenas era un niño, los palestinos comenzaron a llegar a Líbano y poco tiempo después se desataría una guerra civil que duraría años.
En 1982 Israel intervino ocupando la zona, lo que dio origen al grupo terrorista que Yassin responsabiliza por el atentado contra la mutual judía en Buenos Aires. "Los israelíes vinieron a favor de los civiles locales, nos ayudaron mucho", cuenta. Hicieron caminos, construyeron hospitales. "En marzo de 1983, un israelí de un convoy militar puso en riesgo su vida para ayudar a mi mujer a dar a luz. Vino un helicóptero con un médico y una enfermera y pudo tener a nuestro hijo", relata.
Pero todo cambiaría cuando Israel se replegó de la zona, en 1985, y Hezbollah comenzó a perseguir a los civiles que no habían combatido contra los israelíes. Fue secuestrado junto a un hermano durante casi un año y sometido a sesiones de torturas que se prolongaban por horas y días.
Durante su cautiverio, el propio Mughniyah llevó hasta donde lo tenían secuestrado a su hijo de 8 meses, lo roció con combustible y luego lo prendió fuego. "No me voy a olvidar nunca lo que hicieron", lamenta. Aquel hecho aberrante fue el motor que lo impulsó a buscar venganza, la que comenzaría a tramar luego que un acuerdo entre su familia y la organización terrorista le permitiría infiltrarse como uno de sus miembros.
Lo siguiente fue contactarse con alguien de Inteligencia de Israel, y recordó a aquel militar que tiempo atrás lo había ayudado. Caminó durante kilómetros hasta que consiguió su objetivo. Desde entonces, le dio información a Israel de los movimientos del grupo terrorista, hasta que en 1997 fue llevado a territorio israelí junto a su familia ya que su vida estaba en peligro.
"Me trajeron a Israel y seguí trabajando con la inteligencia israelí. Me dieron un lugar bueno para vivir, me dieron casa, comida y yo no soy israelí, soy musulmán", asegura.
Su labor como agente llegó a su fin en 2001, cuando se retiró definitivamente y volcó su vida a contar sus vivencias. Se convirtió al judaísimo y pasó a ser rabino, con el nombre de Avraham Sinai.
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