Festival durga puja en Calcuta

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Una casa palacio de tres pisos de principios del siglo pasado (haveli) construida por mercaderes y propiedad de la familia del marido de Patricia, alberga cada otoño, desde hace generaciones, uno de los rituales más sagrados de Bengala, el denominado Durga Puja (adoración) en honor a esta diosa hindú.

El Durga Puja marca la batalla de nueve días entre la bella diosa contra el demonio Majishasura, personificado en un búfalo, que simboliza el mal y las fuerzas ciegas de la naturaleza, a quien derrotó en el décimo día de la luna menguante.

Diosa de la fortaleza, la fertilidad y la victoria, Durga, avatar de Parvati, es la esposa de Shiva quien, junto a Vishnu y Brahma, son los tres dioses (Trimurti) más importantes de la mitología hinduista.

Un sacerdote, con un reloj y una brújula, aguarda frente al altar el momento propicio para la alineación de los astros….. y es en ese instante culminante, con el máximo número de velas votivas, cuando la figura de la diosa es tapada durante unos minutos sagrados en los que no puede ser vista.

La adoración a Durga en esta populosa región aúna la esfera pública y la privada. Tras el ritual, los invitados se acomodan en las numerosas estancias y galerías del haveli para compartir una cena de lo que puede asemejarse a nuestra Navidad.

Coloristas y engalanadas con sus saris blancos y rojos, especiales para esta ceremonias, las mujeres portan velas y ofrendas con flores para dedicarlas a la diosa, mientras se escuchan los cánticos que preceden al rito en el altar principal.

En definitiva se conjuga la celebración de la vida, en una fiesta íntima y colectiva, familiar y popular, mientras la veneración a la diosa se suspende en el tiempo, como un canto hindú a la victoria del bien sobre el mal y de lo divino sobre lo infernal.

 

 

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