En las encuestas, la tendencia es a favor pero en el Congreso hay dudas sobre su aprobación

La despenalización del aborto, un tema tabú por años en el país ahora se metió de lleno en el escenario político nacional y abrió grietas, igual o más que en la sociedad.

Desde que el Gobierno planteó el debate, se han realizado muchísimas encuestas y en la mayoría prevalecieron los que se pronunciaron a favor de la interrupción legal de un embarazo.

Uno de los sondeos más contundentes, en este sentido, lo hizo Amnistía Internacional junto al Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) y la consultora Quiddity.

En esa consulta, seis de cada diez argentinos se mostró de acuerdo con la despenalización. Fue realizada en los primeros días de marzo, después de que el presidente Mauricio Macri anunciara en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso que este año se trataría el tema del aborto, a través de entrevistas telefónicas a 1.561 hombres y mujeres mayores de 16 años del país.

En cuanto a los factores que “deberían tener más peso” para los legisladores al momento de adoptar una decisión, el mayor porcentaje se lo llevan los derechos de las mujeres (50 por ciento), seguido por la evidencia científica (18 por ciento), sus creencias religiosas (9 por ciento), la opinión de la gente (8 por ciento), sus propias ideas (6 por ciento) y la postura de su partido político (1 por ciento).

Las últimas encuestas conocidas fueron realizadas por dos universidades: San Andrés y San Fernando. La primera, a nivel nacional, registró que un 30 por ciento dijo estar “muy acuerdo” de despenalizar el aborto y un 21 % “algo de acuerdo”; mientras un 31 % se manifestó “muy en desacuerdo” y 12 % “algo en desacuerdo”. La segunda, elaborada sólo en Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, dio como resultado que el 62 por ciento opinó que el aborto debe ser legal mientras que un 20 % dijo que tiene que seguir siendo ilegal. El resto, no contestó.

También en el Congreso las opiniones tanto de oficialistas como de opositores están más divididas, sobre todo en la Cámara baja. Allí, cerca de un centenar de diputados se opone a la despenalización mientras que un poco menos de ese número a está a favor. Mientras, unos 60 se mantienen aún indecisos o no quieren dar su opinión antes de que el debate llegue al recinto.

En la Cámara alta, donde la representación es más federal, la mayoría de los senadores se pronunciarían contra la legalización del aborto.

Desde la Rosada, donde las opiniones también está divididas, el ministro de Justicia, Germán Garavano, aseguró que la reforma del Código Penal que impulsa el Gobierno incorporará “regulaciones específicas” sobre el aborto que respeten lo votado por el Congreso Nacional, en caso de que el Parlamento apruebe este año la ley que legalice la interrupción voluntaria del embarazo.

Mientras, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, dejó claro la postura indeclinable en su mensaje de Pascua: “No tenemos derecho a eliminar ninguna vida”, afirmó.